La pizzería de Cospeito que conquista a media Galicia: «Aquí facemos o verán en pleno febreiro»

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

COSPEITO

Carlos y Mónica gestionan la panadería-pizzería Rozas de Cospeito, que ha logrado un Solete Repsol
Carlos y Mónica gestionan la panadería-pizzería Rozas de Cospeito, que ha logrado un Solete Repsol OSCAR CELA

Un matrimonio está al frente de un negocio fundando en 1979 que triunfa con sus pizzas, pero también con pan y dulces

18 feb 2023 . Actualizado a las 14:07 h.

La panadería, pastelería y pizzería Rozas, en Cospeito (Lugo) está siempre llena. La vida diaria es un trasiego de clientes, que desfilan constantemente desde las primeras horas de la mañana y hasta bien entrada la noche. Comprar el pan, recoger una tarta de cumpleaños, unas golosinas para los niños o, el plato estrella, las famosas pizzas, que ya se han ganado un puesto en la gastronomía lucense.

Mónica Rozas y Carlos Muinelo son el matrimonio que está al frente del local, fundado por los padres de ella, Germán y Justina, en 1979. «A receita que utilizamos para o pan é a deles, e cocemos no forno de leña. Todo o que vendemos é feito neste obrador», explica orgullosa su hija. 

El amasado arranca de madrugada y obliga a Carlos y a Mónica, junto con otra empleada, a empezar a trabajar a las cuatro de la mañana. En total, en el establecimiento trabajan 11 personas. «Aquí moito tempo a parar non temos porque en canto nos desfacemos do pan xa comezamos coas pizzas», explica Carlos.

Aunque Rozas empezó como una panadería-pastelería, el matrimonio que cogió el relevo generacional decidió hacer una ampliación en el año 2015 para abrir cafetería y también pizzería.

Pan, empanadas variadas, bollos preñados, pasteles, pizzas, bocadillos... El conjunto de olores que se mezclan en Rozas abre el apetito de cualquiera.

Además, el negocio crece año tras año: «Os primeiros anos traballabamos sobre todo no verán pero agora... estamos en febreiro e parece agosto!», exclama Mónica. Tanto es así que a veces llega el martes y las reservas ya se han cerrado para el fin de semana.

«Pensamos que ía vir un inverno malo pola crise, pero a verdade é que levamos un xaneiro e febreiro que non se entenden. Temos tido meses despois do Nadal máis frouxos, de non encher mesas... E agora non temos ningunha fin de semana cunha mesa libre, a xente ten que esperar na barra para conseguir sentarse», cuenta Mónica.

La fama de Rozas ha hecho que se desplace gente de otras zonas de la provincia y de Galicia para probar las ya conocidas pizzas. «Chéganos xente de Lugo, de As Pontes, de Sarria, un grupo de motoristas habituais de A Coruña...», cuentan los gerentes, que también dicen que a los clientes no les importa recorrer unos kilómetros para probar su producto.

¿El secreto?: «No forno e na calidade»

¿Y cuál es el secreto de las famosas pizzas? Mónica lo desvela sin impedimento alguno. «Masa de pan e bos ingredientes. Nós traballamos con produtos da zona, compramos moito ao noso arredor e iso repercute no resultado final». A esto se suma que, en el horno de leña, la pizza va directamente sobre la piedra, «o que lle da un valor engadido á masa». Las que más triunfan son la de ibéricos y la de pulpo. 

Como añadido, el amplio local cuenta con una zona exterior, que a su vez se divide en un comedor acristalado y un jardín. De fondo, un grafiti preside el muro. «É a nosa filla columpiándose», dicen orgullosos estos padres.

El lugar convierte a Rozas en una alternativa para las familias que busquen disfrutar de una comida mientras que los más pequeños juegan libremente. «A terraza é moi aproveitable porque os nenos, cando comen o seu trociño de pizza, poden levantarse e xogar sen que os pais teñan que estar pendentes», explica Mónica.

Ahora, el matrimonio al frente de Rozas fija nuevos horizontes, aunque todo se complica porque, explican, no encuentran personal cualificado para trabajar. «Aínda que aquí estamos a turnos, pechamos cedo e o ambiente familiar, resulta moi difícil», desgranan.