Guitiriz suspira por un agua incolora

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS GUITIRIZ / LA VOZ

GUITIRIZ

SUSO PENA

Locales de hostelería se abastecen con garrafas, y algunos menús cambian para utlizar más aceite

31 oct 2019 . Actualizado a las 11:28 h.

El agua es incolora, inodora e insípida. A veces, sin embargo, alguna de esas propiedades desaparece, no por arte de magia sino por causas más prosaicas, y surgen ciertas complicaciones. El que desee ver agua coloreada con tonos marrones puede acercarse a Guitiriz, en donde de vez en cuando -últimamente, con cierta frecuencia- el agua sale de los grifos con ese color.

El agua de la traída tiene periódicamente unos altos niveles de hierro que obligan al Concello a tomar medidas. La semana pasada se comunicó la prohibición de beber agua de la traída después de que semanas antes se hubiese lanzado una advertencia menor, desaconsejando el consumo.

Las consecuencias son claras: en unos casos se cocina con agua embotellada, que también es la elegida para beber; en otros, se acude a fuentes, aunque eso supone un recorrido de varios kilómetros hasta algún punto de la zona rural. Entre los lugares donde se cocina con agua embotellada, que además es la que se bebe, figura el CEIP Lagostelle. Casi 200 de los 230 alumnos matriculados, además de cinco profesores y de una cuidadora, utilizan el comedor escolar, en donde los hábitos incluso han cambiado temporalmente por esta situación: ante la necesidad de emplear agua embotellada en la cocina, se ha decidido incluir más comidas con alimentos fritos, usando aceite, en lugar de los cocidos.

En locales de hostelería del casco urbano, también el agua embotellada es la alternativa. «Que remedio», comentaba un hostelero ayer al mediodía. La situación obliga a algún negocio a gastar varias garrafas al día; la previsión apunta al fin de semana, con un viernes festivo, y a una mayor animación de los locales, lo que elevará también el consumo de agua embotellada.

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 El color marrón del agua parece consecuencia del paso del agua por los depósitos, adonde llega procedente del embalse de San Juan. En el pantano alcanza los niveles de hierro que ahora, igual que ocurría hace un año, impiden el consumo. Al pasar a los depósitos se le echa cloro, que en contacto con el hierro produce ese color marrón.

Una solución considerada ideal, ya desde el pasado mandato, es la limpieza del embalse. Se construyó hace casi 40 años, y desde entonces no se llevó a cabo tal operación. Sin embargo, lo que puede verse como idóneo choca en este caso con los reparos que pondrían algunas administraciones para autorizar esa operación. La anterior alcaldesa, Regina Polín, incluso mostró en algún pleno su escepticismo ante la posibilidad de lograr el visto bueno de la Xunta.

Lo que está en marcha desde esta semana es la construcción de un baipás que permitirá que el agua llegue a la red de conducción que va a los depósitos sin pasar por el embalse. El actual gobierno local también está dispuesto a aplicar bonificaciones en el recibo para compensar a los vecinos las molestias que soportan estas semanas.

El BNG recoge firmas y pide que se busquen más captaciones

El BNG inició, hace varias semanas, una campaña de recogida de firmas para criticar la situación y demandar soluciones. Se han recogido unas 150 adhesiones, según explicó ayer el concejal Xosé Lois González Souto. El edil nacionalista guitiricense afirmó ayer que la iniciativa continuaría varias semanas, a la espera del pleno del mes próximo, en el que el Bloque trasladará sus demandas al pleno de la corporación.

González Souto cree necesario que el Concello, contando con el apoyo de otras administraciones si es preciso, busque nuevas captaciones para reducir la dependencia del embalse. Así, agregó, podría disminuir la intensidad de este problema, que además reaparece periódicamente.