La última trama de narcolanchas en la ría de Vigo se ralentiza en los juzgados

Javier Romero Doniz
J. ROMERO VIGO / LA VOZ

MEIRA

Enero 2022. Así quedo la planeadora tras arder sobre el agua y ser izada a la explanada del astillero donde, tres meses después, se arrestó al propietario por colaborar con una trama.
Enero 2022. Así quedo la planeadora tras arder sobre el agua y ser izada a la explanada del astillero donde, tres meses después, se arrestó al propietario por colaborar con una trama. XOAN CARLOS GIL

Un juzgado Sanlúcar envió documentos erróneos que dilatan la instrucción

24 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El incendio aparentemente fortuito ocurrido el domingo pasado en el barco pesquero Vilaxoán, atracado en el Astillero A Xunqueira, en Meira, Moaña, recordó otro episodio con llamas ocurrido en enero del 2022 en la misma zona de amarre de esta empresa. En aquella ocasión se calcinó una planeadora de dimensiones ilegales en España, igual a las utilizadas por narcotraficantes para introducir toneladas de droga en las costas gallegas. Las conclusiones policiales obtenidas tras analizar el bote del 2022 indicaban que el fuego surgió de manera accidental. Posiblemente ocurrió cuando los tripulantes cargaban de combustible el depósito del bote antes de echarse al agua, de madrugada y en fin de semana. El fuego del domingo en el pesquero Vilaxoán, amarrado a la espera de ser desguazado, fue también, según las primeras conclusiones, fortuito y no está prevista una investigación judicializada de seguimiento.

El Vilaxoán. Esperaba su turno para ser desguazado en el mismo astillero de Meira, pero un incendio fortuito, este domingo, cambió su aspecto y recordó el episodio vivido en enero del 2022. Las primeras valoraciones apuntan que el incendio no fue intencionado.
El Vilaxoán. Esperaba su turno para ser desguazado en el mismo astillero de Meira, pero un incendio fortuito, este domingo, cambió su aspecto y recordó el episodio vivido en enero del 2022. Las primeras valoraciones apuntan que el incendio no fue intencionado. M.MORALEJO

En el caso de la planeadora del 2022 ocurre lo contrario. Aquella lancha ardió mientras se investigaba a quienes, presuntamente, echaron al agua el bote. Tres meses después, en abril, la investigación afloró en forma de registros, 16 detenidos y el hallazgo en una nave con un zulo subterráneo para narcolanchas ene una nave industrial de Vilanova. Entre los arrestados figuraba un profesional del narcotráfico marítimo que acumula antecedentes policiales y judiciales desde el inicio de los años noventa, Francisco Javier Otero Magdalena, cuyo último domicilio consta en Ponteareas.

La investigación se explotó en O Salnés y O Morrazo, en Meira, en el mismo astillero donde ardió meses atrás la lancha y este domingo el barco. Su propietario fue detenido y puesto en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial. La tesis policial —del grupo II de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional y del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil, ambos con base en Pontevedra— sitúa al propietario del astillero colaborando con la trama para darles acceso a su astillero con el propósito de introducir la planeadora que acabó chamuscada para echarla al agua y luego adentrarse en aguas abiertas.

La tesis acusatoria detalla que el acceso a la zona del astillero bañada por la ría solo es posible por la nave, y que una embarcación de esas dimensiones, ilegal en España por dimensiones salvo que tenga un permiso especial del que carecía, solo pudo acceder con la autorización del dueño del astillero o de trabajadores, ya sea con el consentimiento del jefe o a sus espaldas. El hecho que implica su arresto, lo sitúa ejerciendo un papel de colaborador de la trama.

Riesgo de dilaciones

Dos años después, el procedimiento judicial iniciado entonces sigue su curso en el El Juzgado número 3 de Cambados, pero a paso muy lento. La causa del retraso en los plazos es la documentación requerido por este juzgado de O Salnés a otro juzgado en la población gaditana de Sanlúcar de Barrameda. La investigación tenía ramificaciones en esta provincia andaluza porque a los acusados en Galicia se les imputa la fabricación de narcolanchas entre las Rías Baixas y Portugal para usarlas en el Estrecho y descargar toneladas de droga en este tramo del litoral andaluza. De hecho, se requisó más de una tonelada de hachís en esta región que se imputa a Otero Magdalena y al resto de su organización.

El problema es que la información del procedimiento requerida desde Cambados a Sanlúcar se envío incompleta, y fue necesario un segundo requerimiento que, las fuentes consultadas en el caso, afirman que tampoco fue correcto y volvió a retrasar los cauces procesales de la instrucción en Cambados. El resultado, dos años después, es que la causa va con mucho retraso y entra en riesgo de sufrir dilaciones.