La empresa láctea de Outeiro de Rei seguirá funcionando sin saber cuándo cerrará
OUTEIRO DE REI
Tegestacín mantendrá la actividad para cumplir los contratos de fabricación de queso
21 dic 2021 . Actualizado a las 20:14 h.La empresa láctea Tegestacín prevé mantener a corto plazo la actividad en su planta de Outeiro de Rei. El anuncio de cierre, comunicado este jueves, no será inmediato, ya que la empresa pretende cumplir todos los contratos cerrados antes de que cese el funcionamiento de la fábrica. Tampoco hay por ahora, según explicaciones ofrecidas por la firma, un aproximación sobre el calendario de despidos.
El jueves se informó de que se realizaría a corto plazo el despido de una parte de la plantilla, compuesta actualmente por 71 personas. Aún no se ha tomado una decisión sobre posibles fechas, ni tampoco está claro si se prescindirá de los empleados en dos fases, dejando una parte de la plantilla hasta el final, o si esa medida se repartirá en más turnos. El trabajo que todavía mantiene activa la factoría es la elaboración de queso crema, aunque, como reconocieron este viernes fuentes de la compañía, está muy lejos de la de hace meses. Ahora ya no se lleva a cabo el envasado de leche.
Se espera que en próximos días se vayan concretando esas cuestiones, algo que también aguarda el comité de empresa. Christian López Carmona —secretario de la Federación de Alimentación de la CIG, mayoritaria en el comité— admitió este viernes que no se había concretado un calendario de posibles movilizaciones, ya que la empresa, dijo, no detalló sus intenciones más allá de expresar su voluntad de cerrar la fábrica. De todos modos, sí parece claro que la parte sindical explorará ante las administraciones la posibilidad de buscar alguna solución que conserve el funcionamiento de la planta.
La capacidad de la fábrica, con maquinaria para procesar al año 250 millones de litros de leche, fue subrayada por el responsable de la CIG como una baza favorable. La plantilla que alcanzó Tegestacín en los últimos meses, hasta llegar a las 71 personas de la actualidad, está cerca de la que llegó a tener Alimentos Lácteos, que del 2010 al 2013 usó la fábrica, alquilada a Leche Pascual, para envasar leche. No obstante, más de la mitad del actual plantel está formado por empleados eventuales, según recuerda la CIG. La empresa, por su parte, asegura que está al día en el pago de las nóminas a los trabajadores.
Inviabilidad
Fuentes de la empresa aseguran que a medio y largo plazo el proyecto es inviable y, por tanto, no queda más remedio que cesar la actividad, pero cumpliendo los contratos de suministro firmados. Los empleados van a tener una reunión con los representantes sindicales a última hora de esta mañana para que le informen de los detalles.
En días pasados le cortaron la luz por impago de las facturas, pero luego la planta ya volvió a funcionar. Fuentes de la empresa explicaron que estaban teniendo dificultades de tesorería y pasaban por un momento difícil debido a la gran subida del coste de la energía y a la finalización de algunos contratos de venta con grandes superficies.
Los problemas económicos se agravaron en los últimos tiempos con la finalización de un importante contrato de suministro de leche a una distribuidora, que dejó a la empresa con poca posibilidad de venta y, por tanto, sin viabilidad económica, agravada además por la subida de la energía y los combustibles.
En catorce años es ya el tercer cierre de las instalaciones
Remontándonos a la historia de la fábrica, Pascual anunció en marzo del 2009 el cierre de la fábrica de Outeiro de Rei, que tenía una plantilla de 155 personas. En meses anteriores, ya había comenzado a preparar esa retirada, al ir prescindiendo de parte de la leche que le entregaban ganaderos y cooperativas de distintas zonas de Galicia.
La planta era potente, ya que podía procesar al año 250 millones de litros; sin embargo, desde entonces se han puesto en marcha en Galicia instalaciones que rebasan ampliamente esa capacidad. Además, en la última etapa de funcionamiento la cifra de envasado en Outeiro de Rei apenas superaba la mitad de su capacidad.
Al año siguiente Pascual firmó un acuerdo con Alimentos Lácteos para el alquiler de las instalaciones. Alimentos Lácteos era el nombre de un proyecto del que formaban parte varias cooperativas de las provincias de Lugo y de A Coruña, que se unieron para usar la fábrica envasando leche con dos marcas distintas. La actividad de esa iniciativa apenas duró tres años, puesto que la compañía presentó concurso de acreedores en el 2013.
Ese trámite acabó siendo el final de ese proyecto, que usó la planta de Outeiro de Rei para penetrar en el mercado de Galicia y en el del resto de España con dos marcas distintas (Deleite y Muuu, respectivamente). La compañía entró finalmente en quiebra.
Por último, en el otoño del 2014 Pascual vendió las instalaciones, situadas en la parroquia de Santa Mariña, a Logística Alimentaria, que ya trabajaba en Santiago y que tenía entonces una plantilla formada por 14 personas. Los administradores solidarios de la empresa eran Antonio Jurado y Brais Sangiao. Este último dejó ese cargo en el mes de agosto de este año.