Un temblor que asustó a media España

Manuel Costoya
M. c. cereijo REDACCIÓN / LA VOZ

PALAS DE REI

Vecinos de Ossa de Montiel (Albacete) en la plaza del ayuntamiento.
Vecinos de Ossa de Montiel (Albacete) en la plaza del ayuntamiento. Manu | EFE

El terremoto, de magnitud 5,2, se sintió desde Murcia hasta Madrid

24 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Pasaban algo más de quince minutos de las cinco de la tarde de ayer cuando saltaron las alarmas. «Parecía que el suelo se levantaba», describía un vecino de Ossa de Montiel, una población de la provincia de Albacete de apenas 2.500 habitantes, epicentro de un terremoto que se sintió como un gran estruendo y que alcanzó magnitud 5,2 en la escala Richter, un valor muy similar al registrado en Lorca en el 2007. Pero las coincidencias entre el seísmo de Ossa de Montiel y el de la localidad murciana se quedan solo en los guarismos. El de Albacete nada tuvo que ver con el catastrófico terremoto de Murcia, que provocó 9 muertos, 324 heridos, miles de desplazados y daños por valor de 1.200 millones de euros.

El seísmo ocurrido ayer, aunque afectó a casi todo el centro de España, se sintió especialmente en las localidades de Alcantarilla (Murcia), Aranjuez, Coslada, San Fernando de Henares, Getafe y Ajalvir (Madrid), según datos recogidos por el Colegio de Geólogos del US Geological Service. Liberó el equivalente a cien toneladas de energía. El origen del temblor se situó a unos 10 kilómetros de profundidad. Tras el primer terremoto se registraron dos réplicas significativas, la primera de una magnitud de 2,5, a 19 kilómetros de profundidad. Una hora después, llegaba un nuevo temblor de 3,1 en la escala de Richter, esta vez a 10 kilómetros del suelo, según datos del Instituto Geográfico Nacional.

Las consecuencias de los seísmos fueron menores. No se produjeron heridos y solo se registraron daños casi sin importancia en algunos edificios de Ossa del Montiel, población donde el temblor principal tuvo su epicentro. Su alcaldesa, María Luisa Clemot, ordenó a los operarios municipales recorrer junto a voluntarios de Protección Civil todas las calles para comprobar si se habían producido desperfectos. «El terremoto hizo vibrar todos los inmuebles pero no ha habido daños materiales ni personales. Solo me comentaron que en alguna vivienda cayó alguna lámpara, pero nada más», indicó la regidora.

El suceso sísmico también se sintió con claridad en numerosos puntos de la comunidad madrileña, en especial en la capital y en la zona sur, donde se desalojaron cuatro edificios en Torrejón de Ardoz ante la posibilidad de que tuvieran daños estructurales.

El más intenso desde el 2012

También se evacuaron, de forma preventiva, el hospital Recoletas, en Cuenca, y la sede del Consejo General del Poder Judicial, en Madrid. Tras el primer seísmo, los teléfonos de los servicios de emergencias de las zonas afectadas recibieron un aluvión de llamadas, una situación que se estabilizó con el paso del tiempo. Tampoco se registraron incidentes destacables ni en la red viaria, ni en la ferroviaria. Estadísticamente, el terremoto registrado ayer en Ossa de Montiel fue el más intenso desde el 2012, cuando, el 30 de julio, se produjo otro de magnitud 5,6 que se dejó sentir en Lalín, Pontevedra, Ferrol y Palas de Rei.

En los dos casos, la magnitud de los terremotos fue superior a la de Lorca. Entonces, ¿cuáles son las razones para explicar este hecho, aparentemente contradictorio? Uno de los factores más decisivos está en la profundidad de los seísmos. El de ayer se produjo a unos diez kilómetros, mientras que el de Lorca fue más próximo a la superficie. Otra diferencia hay que buscarla en la localización. El de Albacete se desarrolló en una zona de baja densidad de población, mientras que el de Lorca (92.000 habitantes) ocurrió muy cerca del casco urbano. La composición del terreno también influye. En el caso de Lorca, que se tratase de un suelo arenoso y de grava aumentó la demoledora onda sísmica.

movimiento sísmico en albacete no se registraron heridos ni daños estructurales