Señor alcalde, ¡llévese de este bajo los retablos de la iglesia de Pol!

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

POL

Pancarta que pide al Concello de Pol el pago de casi diez años de alquiler por usar un bajo para guardar los retablos.
Pancarta que pide al Concello de Pol el pago de casi diez años de alquiler por usar un bajo para guardar los retablos. CEDIDA

El dueño del local de Lugo donde se guardan las piezas acudirá al juzgado para que se retire el material

10 jun 2023 . Actualizado a las 16:21 h.

Las disputas por los tres retablos de la vieja iglesia de Caraño (Pol) van camino de los tribunales. Miguel Pin, dueño del bajo de Lugo donde las piezas se guardan desde hace nueve años, quiere que sean retirados de su actual ubicación. El Concello polense, con autorización del Obispado de Lugo, los trasladó a la capital de la provincia para ser reparados.

Al llegar al taller del restaurador con el que el Concello había contactado para la reparación, se comprobó que no cabían en esas instalaciones. A Pin se le planteó si estaba dispuesto a alquilar un bajo suyo, vacío entonces, para acoger las piezas. Dio su autorización, y con un contrato verbal con el Concello acordó un alquiler mensual de 250 euros.

Pasaron casi diez años, pues las piezas acabaron en su bajo en el otoño del 2013. Ni ha cobrado ninguna cantidad desde entonces, por lo que se le adeudan más de 28.000 euros, ni ha logrado, pese a sus intentos de los últimos meses, que el Concello acudiese a su bajo para llevarse las piezas. La decisión que prevé tomar es acudir a los tribunales para intentar que así el Ayuntamiento se lleve el material a otro sitio.

Hace semanas, tanto en el edificio en cuyo bajo se guardan las piezas como en un muro lateral de la vieja iglesia de Caraño, un edificio de origen medieval que se reformó en el siglo XVIII y que está muy deteriorado, aparecieron pancartas que recordaban al Concello la situación creada por su comportamiento. Estos días, en la fachada del edificio de Lugo podía verse de nuevo. Pin no ocultaba su malestar por la situación: «Quero que o Concello de Pol leve as pezas; non quero esa responsabilidade», aseguraba.

Cuando aparecieron las pancartas en la vieja iglesia de Caraño, sustituida para el culto por otra que se construyó en los años setenta del siglo pasado, quedó patente una duda: ¿dónde habían ido a parar los retablos del antiguo templo? Luego se supo que llevaban ya años en un bajo de Lugo, aunque ni el Concello de Pol ni el Obispado de Lugo se pronunciaron entonces sobre el asunto.

Por otro lado, en marzo de este año, Pin envió al Concello polense un burofax en el que reclamaba el cobro de todas las mensualidades, cuya cuantía, recordaba entonces, había acordado con el alcalde, Lino Rodríguez, que sigue al frente de la corporación. Pin pretende recuperar para uso propio el local, que alquiló para un negocio de carpintería metálica antes de la llegada de los retablos, pero también quiere verse libre de responsabilidades por el deterioro de las piezas.

Descarta contratar una póliza por el alto coste que supone que tendría. Así las cosas, su idea es acudir al juzgado para pedir la retirada de las piezas: «Quero recuperar o baixo, agora non dispoño del», recalcó este viernes.