Así triunfan los alojamientos del Camino más allá de los peregrinos: con turismo activo o casas para grupos

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA SARRIA / LA VOZ

PORTOMARÍN

Casa do Bosque, en Sarria
Casa do Bosque, en Sarria CEDIDA

Los negocios de la ruta jacobea a su paso por Lugo intenta diversificarse, pero pocos lo consiguen

08 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Las localidades del Camino de Santiago a su paso por Lugo están saturadas de alojamientos. Las entidades dedicadas a la ruta se percatan y por eso están intentando repartir la afluencia de peregrinos durante todo el año y diversificar el turismo. Por el momento, es algo que muy pocos consiguen. En el Camino Francés solo unos pocos empiezan a equilibrar la balanza entre caminantes y visitantes que se hospedan en cualquier mes del año. 

El itinerario jacobeo transcurre por la zona rural de Lugo digna de visitar por su naturaleza y eso es lo que aprovecha, por ejemplo, la casa rural Santa Mariña en Portomarín. Este alojamiento recibe miles de peregrinos por estar en uno de los fines de etapa estrella de la ruta, pero, como la tendencia general, se agrupan entre los meses de abril a noviembre. En invierno, la demanda cae considerablemente. 

Por eso, desde que abrieron en 1993 como pioneros del turismo rural, la familia Mato quiso no ser tan solo un alojamiento sino ofrecer más actividades. Este modelo los ha consolidado con el paso de los años y lograron diversificarse: «Ofrecemos turismo de experiencias, activo». La casa Santa Mariña también es lugar de visita para grupos de amigos, familias o amantes del turismo local.

«Buscan estar ao aire libre e coñecer o entorno», explican. Portomarín es una localidad pequeña para conocer, aunque no tanto la zona de la cola del embalse de Belesar. Aun así, en Casa Mariña cuenta con una variedad de actividades para hacer la visita dinámica. Aprovechan el río para hacer paseos en kayak o paddle surf y también tienen caballos. En los días de mal tiempo, como puede ser este mismo puente de diciembre, lo más demandado es la ruta en buggy. Los responsables de la casa rural llevan a los huéspedes y les cuentan la historia de Portomarín.

Además, también tienen un restaurante que es un atractivo turístico por sí solo, ya que utilizan los productos que cultivan ellos mismos. «Queremos dar unha experiencia diferente, que a xente se sinta como na casa mentres goza da natureza». El establecimiento cuenta con 40 plazas, divididas en habitaciones y también cabañas.

Casas de diseño

Para ir más allá del turismo del Camino, además de la naturaleza, es importante tener un alojamiento diferente. Es el caso del cámping Leira 166, en Sarria. A pesar de estar a los pies de la ruta jacobea, este glámping logra recibir turistas de toda España que quieren visitar la provincia de Lugo y escogen Sarria como punto de partida. 

La razón es que levantaron unas cabañas de madera de último diseño cuidadas tanto por fuera como el mobiliario del interior. Además, también tienen tiendas de campaña de lujo. Todo, rodeado de una densa carballeira. Esto hace que no solo reciban huéspedes sino también empresas para realizar sesiones de fotos, formación o incluso retiros de yoga. 

Poder dormir por un fin de semana en una casa en la que uno difícilmente podría vivir también es un atractivo compartido por el alojamiento Casa do Bosque. Está ubicado en la parroquia de Vilar de Sarria y era un inmueble en ruinas que fue rehabilitado para convertirlo en una casaza que conserva la piedra antigua, mezclada con cristaleras, una cuidada decoración y una gran piscina en el jardín. 

Sus amplias y modernas instalaciones hacen que sea el lugar idóneo para pandillas o familias que quieren pasar unos días juntos. Reservan la casa entera para poder estar solos pero en un espacio abierto y natural. «Hay demanda sobre todo en fines de semana y fechas de vacaciones más señaladas», explica el gerente. Hasta esta parroquia sarriana también llegan peregrinos, sobre todo los que buscan un Camino más cómodo y tienen más poder adquisitivo. Pero los cambios en la afluencia y la temporada alta de la ruta hacen que el objetivo del responsable sea poder tener cada vez más reservas de turistas y grupos.

Por último, un caso semejante es el del Rectoral de Lestedo, en Palas de Rei. También se trata de un impresionante inmueble sometido a una reforma total para habilitar en la antigua casa del cura un alojamiento de último diseño. Se encuentra en el propio itinerario del Camino, para lo que también tiene un bar. Sin embargo, las grandes instalaciones y capacidad de la rectoral hacen que también se ofrezca para alquilar entera a grupos. «Es algo que estamos potenciando porque en inverno hay muy pocos peregrinos y queremos darle más salidas», asegura el responsable. Incluyen también un restaurante especializado en los productos locales para los que quieran conocer la zona.