«Pasé de atención al cliente a investigar la financiación de grupos terroristas»
SARRIA
El sarriano Atilano Arias López es supervisor jefe en Varsovia de la multinacional MoneyGam International, donde analiza el crimen organizado a través del movimiento de capitales
08 nov 2020 . Actualizado a las 22:29 h.Atilano Arias López es un sarriano que a sus 30 años ya es supervisor jefe en la oficina de Varsovia de MoneyGram International, una de las multinacionales del sector financiero americano, con base en Dallas, y que se encarga de investigar el crimen organizado a través del movimiento ilícito de capitales. Reconoce que cuando estudiaba en el CEIP Frei Luis de Granada y después en el IES Xograr Afonso Gómez de Sarria nunca se le pasó por la cabeza que iba acabar donde está ahora. Estudió en el campus de Lugo Formación do Profesorado, grado de Educación Física, «porque enseñar y el deporte eran las dos cosas que más me gustaban en ese momento», y además le permitía estar cerca de su padres con negocio familiar en Sarria. Luego, ya en Polonia, vinieron sus estudios de Criminología.
—¿Cómo y dónde fueron sus inicios profesionales?
—Sin contar las innumerables horas en el negocio de mis padres como adolescente... (risas), se remontan al 2012, justo al acabar la carrera. Me ofrecen ser profesor de Español para extranjeros en Polonia. Esto viene de mano de mi pareja, que es polaca, y que dada la crisis laboral que sufríamos en ese momento, me invitó a irme a la aventura a ese país a probar oportunidades.
—¿Cómo surge la propuesta de entrar a formar parte de la multinacional norteamericana?
—Buscaba un nuevo reto. El trabajo de profesor, al contrario que en España, no está ni bien remunerado ni apreciado como se debería en Polonia. Al principio cobraba 300 euros al mes como profesor, lo que no me daba para vivir, sino para malamente sobrevivir. Por lo que buscando en el mercado laboral, surge la opción de entrar en una multinacional financiera en el departamento de Servicio al Cliente, para el que solo se requería buen nivel de castellano e inglés. Entonces decido apostar por esa aventura y dejar atrás la docencia.
—Ahora trabaja en Varsovia, en concreto, ¿cuál es su misión?
—Llevo seis años en la misma empresa financiera, MoneyGram International. Desde Servicio al Cliente poco a poco he ido ascendiendo varias veces internamente hasta convertirme en supervisor general de la Unidad de Inteligencia Financiera, especializada en crímenes financieros y en la que rastreamos clientes de alto riesgo que puedan estar inmersos en blanqueo de capitales, financiación de grupos terroristas, fraudes, etcétera.
—Los trabajos, ¿son encargos de gobiernos, empresas...?
—Sí, los encargos vienen principalmente de agencias relacionadas con el cumplimiento de la ley, y que buscan información sobre individuos o empresas que utilizan nuestros servicios para fines ilícitos (desde vender marihuana por Internet, a financiar el Estado Islámico). Sé que suena a película de Hollywood, pero en mi día a día me encargo de llevar a cabo investigaciones y redactar sumarios ejecutivos que son compartidas con agencias de todo el mundo tan dispares como el FBI, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Scotland Yard en el Reino Unido, y obviamente la Policía en España, entre muchos otros.
—¿Qué herramientas emplea?
—Tenemos multitud de sistemas dedicados al rastreo de transacciones monetarias, ingresos bancarios, perfiles de clientes, hojas de cálculo complejas etc, que nos ayudan a poner toda esa información de manera entendible para una persona que vaya a leer nuestros análisis (como por ejemplo, un inspector de policía) y no esté familiarizada con todo el entramado informático que usamos. Pero empleamos desde programas que no puedo mencionar por ser confidenciales, hasta perfiles falsos de Facebook y otras redes sociales para sacar la máxima información posible.
—¿Está habiendo muchos cambios en el último año por el covid sobre el movimiento ilícito de capitales?
—Uy sí, muchísimos. El covid-19 ha alterado de manera significativa el modus operandi de los malhechores, que por ejemplo se aprovechan de la ignorancia o el miedo de la gente para perpetrar fraudes. Hace un par de días, hemos interceptado una banda de estafadores en un país del Este de Europa que «vendía» medicamentos contra el covid... y aunque a muchos de nosotros nos pueda parecer absurdo, lo cierto es que habían generado miles y miles de euros con este tipo de fraude. Eso es solo un ejemplo, pero hay muchísimos. También se ha experimentado un aumento enorme en el movimiento de dinero «negro» en línea, ya que los confinamientos en diferentes países han hecho que el efectivo pase a ser digital.
—¿Cuáles son las vías de financiación de los grupos terroristas?
—Normalmente se «camuflan» en organizaciones de caridad o oenegés en sus países, en los cuales piden donativos a la gente para ayudar en determinada «misión». Es curioso, porque a veces la gente que financia esos grupos lo hace sin saber muy bien cuál es el uso final de esa «donación». Por ejemplo, cuando tú ves que un chico de unos 19 años, sin fuente de ingresos, que vive en España, es de origen, o tiene familia o es de creencia musulmana, tiene muchas publicaciones en Facebook relativas a Alá, a la Guerra Santa... y envía dinero a varios individuos en Siria o países cercanos a esos en conflicto, y que a su vez, esa gente recibe dinero también de otros muchos individuos localizados en diversos países, ahí debes empezar a sospechar.
«En las grandes corporaciones no valoran tanto tus estudios como que tengas algo que aportar»
Su familia y sus amigos de Sarria están sorprendidos por el tipo de trabajo que desempeña ahora Atilano Arias López.
—¿Qué le comentan sus amigos y familiares de Sarria, de Lugo, de la facultad... sobre el trabajo que hace?
—Bueno (risas), muchos no se creen que realmente mi trabajo pase por decirle a la Gendarmería Francesa la información que hemos recabado sobre un individuo que aparentemente usaba nuestros servicios y que ha decapitado a un profesor hace un par de semanas en París en un acto terrorista. Pero es normal, si a mí me lo contaran también pensaría que esa persona está exagerando, sobre todo tras haber estudiado Magisterio (risas).
—Llama la atención que con sus estudios una multinacional de las finanzas le escogiese para el puesto que ocupa ahora.
—En las grandes corporaciones, ya sean de finanzas, como de logística, comunicaciones o demás, me sorprendió mucho el ver que no valoran tanto tus estudios previos, sino el que seas capaz de aprender y tengas algo que aportar a la empresa, más allá de un título o graduado universitario. En España, por suerte o por desgracia, muchas veces se fijan (nos fijamos) más en la formación académica que en otros aspectos. Yo, sin ir más lejos, no dejo de ser objeto de preguntas del tipo: «¿Cómo estás trabajando ahí si no estudiaste finanzas?, o ¿pero tú no habías estudiado Magisterio?».
—¿Ha coincidido con casos similares en Polonia?
—Varsovia, y Polonia en general, tiene mucha gente de España, la mayoría Erasmus, que una vez concluidos los estudios, decidieron quedarse por la gran oferta laboral que presenta actualmente, y en la que el nivel de vida está ya a la par de otras grandes capitales europeas. Hay una gran mezcla multicultural en la capital, y yo juego fútbol con gente de Polonia, Brasil, Francia, Italia, España, India, Nepal, Japón, Sudáfrica...
El primer gallego de «wrestling» que ha luchado en varios países
Atilano Arias es un amante de la lucha wrestling (pressing catch en España), hasta el punto de que cree que el primer luchador de Galicia que ha estado en espectáculos realizados en España, Polonia, Reino Unido e Italia. Cuando se le pregunta de si tiene pensado regresar a España o Galicia, tiene claro que a corto plazo no.
—Cuánto más tiempo paso fuera, sobre todo de Galicia, más me apetece volver. Sin embargo, ahora con el covid creo que las posibilidades de volver son pequeñas. Aunque viajo siempre que puedo a casa (mis amigos siguen siendo los mismos que hace 15 años y mi familia sigue toda ahí por fortuna), en el futuro volveré, estoy seguro, porque los gallegos tenemos esa morriña que siempre nos hace sentir fuera de lugar cuando no estamos en casa. He tenido una propuesta de Londres, pero de momento estoy a gusto en Varsovia. Aparte, dada mi posición, tengo viajes que matan ese gusanillo (este año con el covid han sido cancelados), con lugares tan diferentes como Nigeria, EE.UU, Ghana o Ucrania.