Una buena porción de los fondos que se destinaron al proyecto arqueológico en los últimos años se invirtió en dataciones radiométricas realizadas con los métodos del carbono-14 y la termoluminiscencia del cuarzo. Estos complejos y costosos análisis son imprescindibles para conocer con certeza la antigüedad de los artefactos líticos, los fósiles de animales y las muestras de arte prehistórico que se han encontrado en el yacimiento de Cova Eirós y por lo tanto constituyen una parte fundamental del proyecto.
Los investigadores están esperando los resultados de algunas dataciones que se encargaron el año pasado a laboratorios especializados, recurriendo para ello a los últimos fondos disponibles. Algunos de estos análisis se hacen con el fin de determinar la edad de las pinturas rupestres halladas en la cueva en el 2011, las primeras muestras de arte parietal paleolítico descubiertas en Galicia. En los próximos meses se espera disponer de estos datos. «Pero tenemos pendientes otras analíticas que ya no se pudieron incluir en el proyecto porque no contábamos con más fondos y esas pruebas tendrán que realizarse más adelantes, cuando se hayan conseguido nuevas ayudas», añade.