La Xunta arreglará una casa, y en el edificio de Ventoeira se realizarán algunas obras de emergencia
24 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Algunas de las construcciones del casco urbano de Vilalba podían acabar en ruina, lo que supondría un problema para construcciones colindantes o para transeúntes tanto como para los dueños de los inmuebles, ahora deshabitados o sin actividad. Por lo menos, el Concello, que parece decidido a una postura más firme en este asunto, ha logrado que dos de los casos en los que inició un expediente vayan a solucionarse con ciertas mejoras.
Una de las situaciones se daba en la Rúa da Ferrería, en la zona vieja, y afectaba a un edificio que pertenece a la Xunta. La administración autonómica se ha comprometido a acometer obras de urgencia, que parece en realidad el primer paso para luego efectuar una restauración más amplia.
No es el único edificio de la zona vieja que está en esas condiciones. Hay otros dos, situados en la Rúa do Sol y en Porta de Cima, en los que se han iniciado también sendos expedientes: el resultado final será que las obras serán ejecutadas por el Concello y pagadas por los propietarios si estos no atienden los requerimientos.
Frente al Auditorio Municipal, en la Rúa das Pedreiras, hay unas construcciones compradas por la Xunta hace años. No se han dado pasos concretos para mejorarlas o buscarles alguna utilidad, pero la postura actual del Concello más bien se dirige en sentido contrario. El alcalde, Agustín Baamonde, explicó en días pasados que se había expuesto a la administración autonómica la intención de que se derribasen esas construcciones para acondicionar después el espacio que ahora ocupan.
También se realizarán algunas obras de emergencia en el edificio de la discoteca Ventoeira, cuyo mal estado llevó al Concello vilalbés a iniciar un expediente de ruina. En este caso, no parece que el trámite acabe obligando al Ayuntamiento a actuar, puesto que el dueño ya mostró su intención de corregir la actual situación, que contrasta con la importancia del local como lugar de diversión en las últimas décadas del siglo pasado.
El Concello pretende lograr el derribo de las construcciones situadas frente al Auditorio