Adiós a Luis Fole, capellán de la residencia de Vilalba y sacerdote muy conocido en todo el norte de Galicia

VILALBA

Luis Fole llevaba años viviendo en la Residencia de Persoas Maiores de Vilalba.
Luis Fole llevaba años viviendo en la Residencia de Persoas Maiores de Vilalba. OBISPADO DE MONDOÑEDO-FERROL

Llevaba años de nuevo en la capital chairega tras haber ocupado varios cargos en la diócesis de Mondoñedo-Ferrol

21 nov 2023 . Actualizado a las 17:54 h.

Luis Fole Freire, fallecido este lunes en Vilalba a los 87 años, llevaba años en la Residencia de Persoas Maiores de la capital chairega. Ingresó en el 2019, y fue en cierto modo una vuelta a los orígenes y el inicio de una nueva etapa en su vida. Lo que hubo de regreso está claro, ya que había nacido en el barrio de Guadalupe, perteneciente a la parroquia de Sancovade. La casa familiar, con unos padres que se dedicaban a la agricultura, estaba cerca de la capilla.

Tuvo cuatro hermanos, ya fallecidos todos. Como otros jóvenes vilalbeses de su época, estudió en el Seminario de Mondoñedo: allí coincidió, por ejemplo, con José Bello Lagüela, hoy canónigo de la catedral mindoniense, y con Antonio Domínguez, miembro de la unidad pastoral de la capital chairega. Ordenado en 1960 en Vilalba, A Mariña fue su principal destino, pues en el municipio de Viveiro ejerció como párroco de Santa María do Campo y de Galdo y fue capellán del convento de las Concepcionistas. También formó parte de varios consejos diocesanos.

Cuando volvió a Vilalba, su salud era ya un poco delicada. Sin embargo, todavía hacía vida normal y hasta conducía su coche. En los últimos tiempos sus condiciones físicas eran ya peores, aunque su fallecimiento resultó un poco inesperado. Luis Fole pertenecía a una amplia familia: por ejemplo, un primo suyo, Santiago López Fole fue concejal del PP en Vilalba hace décadas, y un sobrino, Luis Rey Fole, es ATS en la capital chairega.

Sus restos mortales se velan en un tanatorio de Vilalba, y el entierro se celebra este martes, a las cuatro de la tarde. La conducción se efectúa del tanatorio a la iglesia parroquial de Sancovade, y los restos se inhuman después en el cementerio.