Adiós a Antonio Domínguez, el cura que causó una lluvia de millones en Vilalba con la lotería
VILALBA
El gordo de Navidad de 1976 fue encargado por él en Lugo y vendido por el equipo de fútbol de Santaballa
29 dic 2023 . Actualizado a las 13:59 h.Antonio Domínguez, fallecido este jueves en Vilalba a los 85 años, causó una lluvia de millones. En 1976, cuando los premios se contaban en pesetas y la propagación de las noticias era más lenta que hoy, la parroquia de Santaballa en particular y la capital chairega en general se hicieron famosas por la lotería de Navidad. El equipo de fútbol, el Club Deportivo Santaballés, quería contar con un campo de fútbol en buenas condiciones; pensó que la venta de lotería navideña sería una eficaz manera de recaudar fondos, y Domínguez, entonces párroco, la encargó en Lugo y fue depositario de los décimos.
El bombo se encargó de que el número 49764 cambiase la historia de la parroquia y de otras zonas del municipio. El Club Deportivo Santaballés, que actualmente compite en el grupo lucense de Primera Autonómica, logró comprar terreno para disponer de un campo en condiciones. A la parroquia llegaron, de Madrid, dos camiones cargados con coches de la marca Simca. La parroquia adquirió, cerca de la iglesia, terreno para el campo de la fiesta. La Cooperativa do Campo de Santaballa construyó un nuevo edificio para sede. Muchas casas se vieron reformadas.
A Pastoriza fue el primer destino del cura, aficionado al fútbol y declarado seguidor del Deportivo y del Real Madrid, que estuvo luego en otras parroquias de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol. Por ejemplo, fue párroco en Foz, aunque volvió a estar al lado de los feligreses que se habían hecho un poco más ricos en 1976. En la segunda etapa pertenecía a la unidad pastoral, que atiende diversas parroquias del municipio. Ahí coincidió con Uxío García Amor, hoy retirado en la residencia de curas del Seminario de Mondoñedo, y con Juan Pablo Alonso, destinado actualmente en As Pontes.
Su trayectoria sacerdotal incluye también una estancia como profesor en el Seminario, en donde su trabajo también estuvo relacionado con el deporte: el equipo de fútbol, del que él era responsable, ganó el campeonato provincial infantil en los años sesenta.
En la unidad, además de Domínguez, también está destinado el párroco Juan Basoa y se cuenta con la colaboración de dos seminaristas, uno de los cuales ya ha sido ordenado diácono. El fallecimiento se produjo de manera inesperada en la mañana de este jueves. Acudió a un tanatorio de Vilalba para participar en un entierro, se sintió inesperadamente mal, y acabó por fallecer en ese lugar. En los últimos tiempos había tenido problemas de salud, que había superado hasta lograr una correcta calidad de vida.
Los restos mortales de Antonio Domínguez se velan en un tanatorio de Vilalba, de donde sale la comitiva fúnebre a las cuatro de la tarde de este viernes. El funeral se oficia a las cuatro y media de la tarde en la iglesia parroquial vilalbesa, y luego sus restos son trasladados a Alba, su parroquia natal.