El abastecimiento en pequeños concellos de Lugo: «A auga é un grave problema nun concello rural»
XERMADE
Xermade mira con lupa sus reservas ante el temor de más tiempo seco
18 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.«A auga é un grave problema nun concello rural». Lo decía este jueves José Prieto, teniente de alcalde de Xermade, municipio donde las reservas se miran con lupa este verano, igual que otros, porque el consumo aumenta. «A traída vale para cubrir un posible aumento de poboación». Era lo que afirmaba el alcalde de Becerreá, Manuel Martínez, tranquilo por tener reservas más que suficientes.
Por un lado, los pozos de los que muchas viviendas se abastecen en otros meses del año se secan, por lo que las casas se conectan a la red pública. Por otro, las necesidades de las explotaciones ganaderas aumentan en estos meses del año. Esos dos factores llevan al Concello xermadés a preocuparse por el consumo y a buscar alternativas sólidas para incrementar las reservas.
Una idea expresada más de una vez por el gobierno local apunta a la búsqueda de manantiales en la parte más alta del municipio, en la parroquia de Lousada, y a su conexión con otros depósitos. Esa posibilidad elevaría las reservas en gran parte del concello, pues cuatro depósitos —los de Roupar, Cabreiros, Candamil y Burgás— están conectados entre sí. Acudir al bombeo desde ríos no parece una idea atractiva, ya que los que pasan por el municipio —el principal es el Trimaz, que se une al Magdalena en las afueras de Vilalba— tienen ahora un nivel bajo como consecuencia del estiaje.
Incluso la posibilidad de usar agua del vecino municipio de As Pontes se le ha pasado por la cabeza al gobierno xermadés. La opción sería aprovechar la red pontesa para parroquias como Miraz o Piñeiro, muy próximas a ese concello coruñés. El Concello xermadés ha perforado el suelo para construir pozos —ocho en los últimos años, según afirmó ayer el edil—, pero esas medidas no tienen una eficacia ilimitada.
Red para 2.000 vecinos
Mientras tanto, la captación de agua de Becerreá —que se abastece del río Narón, afluente del Navia— garantiza el abastecimiento de la capital del municipio y de varios núcleos. En total, son unos 2.000 vecinos, dentro de una población que en el 2022 era de 2.755 habitantes, los que se benefician de la red. El depósito está en la parte alta de la villa, pero también los viejos pueden volver a utilizarse si las necesidades lo exigen.
El alcalde, Manuel Martínez, explicó este jueves que si una empresa se instalase en el municipio y tuviese una necesidad especial por su consumo, esos depósitos aún resultarían útiles. En lo que va de verano, afirmó, son contados los casos de vecinos de la zona rural que reciben agua en sus casas con vehículos municipales.
Mientras tanto, el Concello, además del agua en abundancia, quiere tener un control no menos escaso, y aspira a la instalación de contadores inteligentes que aporten datos de consumo y de incidencias en tiempo real.