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Apple vence (por ahora) a Samsung

Victoria Toro CORRESPONSAL EN NUEVA YORK

MERCADOS

DADO RUVIC | Reuters

 Los dos mayores fabricantes de «smartphones» del mundo mantienen una pugna judicial desde hace años por violación de patentes. La compañía de la manzana gana en los mercados

11 feb 2015 . Actualizado a las 17:08 h.

¿Cómo vivíamos antes de que existieran los teléfonos inteligentes? Esa es una de las frases más repetidas de nuestro tiempo. No hay duda de que esos aparatos han transformado nuestros hábitos. Quedar con un amigo para tomar un café, las relaciones amorosas, conducir, comprar, trabajar, la fotografía? Si pensamos en la cantidad de cosas para las que usamos el móvil vemos cómo esos pequeños aparatos forman parte de nuestros actos cotidianos de forma irrenunciable.

Esa importancia, que ha sido decisiva en el número de unidades que se venden cada año, es equiparable a la guerra sin cuartel que libran desde hace años los dos productores más importantes de teléfonos inteligentes: Apple y Samsung. Esa pugna, la mayor que se ha entablado nunca entre dos empresas, tiene un ganador desde hace unos pocos días: Apple. Aunque un repaso a los enfrentamientos que los envuelven desde el año 2010 hace preveer que este no es el final.

Todo empezó en el 2010 en el décimo piso de la sede central de Samsung, en Seúl. Era el 4 de agosto. En aquella reunión se encontraron un grupo de ingenieros y abogados de Samsung, con Seungho Ahn, vicepresidente de la compañía, al frente, y un puñado de ejecutivos de Apple liderados por Chip Lutter que entonces era el responsable de propiedad intelectual de la empresa estadounidense. No fue un encuentro fácil. Los de la manzana mordida tenían la misión, encomendada por Steve Jobs, de acusar a los de Samsung de copiar el iPhone. Y lo hicieron. Lo que no esperaban fue la reacción de Ahn: «¿Cómo te atreves a acusarme de eso? -le dijo el vicepresidente de Samsung a Lutter-. Llevamos mucho más tiempo que vosotros fabricando teléfonos móviles. Tenemos nuestras propias patentes y creemos que es Apple quién ha violado algunas de ellas». La guerra no había hecho más que comenzar.

Para entender el alcance del litigio que se iniciaba hay que conocer un poco las dos compañías y lo que el móvil supuso para cada una de ellas.

El proyecto más secreto

La historia del iPhone comenzó en el 2004, cuando Jobs dio luz verde a un proyecto supersecreto para desarrollar un teléfono que hiciera las veces de mini ordenador. En marzo del 2007, el propio Jobs anunció: «Apple reinventa el teléfono». Y no podía ser más cierto. Con algunas dificultades en los primeros trimestres, el iPhone comenzó a ser cada vez más popular. A finales del 2009 Apple había vendido ya 30 millones de móviles en todo el mundo. Había dejado de ser la empresa que fabricaba ordenadores para ser la compañía que vendía teléfonos inteligentes, aunque siguiera también con las computadoras.

En ese momento, Samsung, que también fabricaba móviles aunque mucho menos avanzados que los de Apple, estaba en una situación muy complicada. La compañía que había sido fundada en 1938 se había dedicado a innumerables sectores hasta que en 1969 comenzó la producción de equipos electrónicos. Lo primero fueron televisores en blanco y negro, porque no tenía la tecnología suficiente como para fabricarlos en color. Durante muchos años, Samsung fue un fabricante de productos de electrónica baratos. Y también durante muchos años, la empresa tuvo que defenderse, y perder en la mayoría de los casos, de innumerables acusaciones de violación de patentes. La fama que adquirió la marca coreana fue la de una firma que pirateaba sin rubor para fabricar sus equipos baratos.

Unos meses antes de la reunión de los ejecutivos de Samsung con los de Apple había tenido lugar otro encuentro en ese mismo edificio. Solo había personal de la empresa coreana. Aquella reunión tenía como objetivo encontrar una salida a la crisis en la que se encontraba la compañía. La solución que encontraron fue fabricar un teléfono que pudiera competir con el iPhone. El resultado fue el Samsung Galaxy. Un auténtico triunfo.

El problema es que cuando en la sede de Apple, en Cupertino, sus ingenieros tuvieron en sus manos el Galaxy su conclusión fue que era una copia descarada del iPhone. La situación era complicada porque Samsung era a la vez competidor y proveedor de Apple. Los coreanos vendían a los estadounidenses algunos de los componentes esenciales para la fabricación de los iPhone y las iPad. Entablar una batalla contra ellos podía significar que aparecieran problemas de suministro. Durante unos meses el actual jefe de Apple, Tim Cook, consiguió detener el monumental enfado de Steve Jobs. Pero la reunión que se celebró en agosto en Seúl dio un giro a la historia. Cuando Lutter regresó y contó lo que había ocurrido nada pudo parar ya a Jobs.

Trampas por las dos partes

Apple demandó a Samsung por violación de patentes. Prácticamente acusó a los coreanos de haber copiado literalmente el iPhone. Después se supo que la documentación que Apple presentó al tribunal para probarlo contenía trampas que intentaban que el Galaxy se pareciera más al iPhone de lo que en realidad se parecía. Samsung atacó acusando de lo mismo a Apple. Y la batalla legal comenzó. Las dos compañías han intercambiado denuncias en tribunales de Asia, América y Europa. Las sucesivas sentencias que se van dictando le dan a Apple una ventaja, pero no definitiva. Así que paralelamente, las dos empresas empiezan conversaciones para llegar a un acuerdo. Pero el pacto no llega, como tampoco la sentencia que acabe con la guerra.

Así que tanto los estadounidenses como los coreanos pelean por vencer al otro vendiendo más móviles que el rival. Ahí se produce una clara victoria de Samsung. Hace menos de un año la compañía coreana tenía un 31 % del mercado frente al 15,6 % de la cuota de la estadounidense. Parecía que vinieran de donde vinieran las invenciones utilizadas en los aparatos de las dos empresas, los coreanos sabían aprovecharlas mejor.

En el último trimestre del 2014, las cosas comenzaron a cambiar. Las dos empresas vendieron, por primera vez, el mismo número de aparatos: 74,5 millones cada una. Pero esa cifra supone una diferencia radical en cada uno de los casos.

En el de Samsung representa un descenso del 13?% respecto al trimestre anterior en el que había vendido 86 millones de móviles. En conjunto, en el 2014 Samsung vendió más de dos millones y medio de móviles menos que en el 2013.

Por el contrario, las cifras de Apple en el último trimestre del 2014 suponen un aumento de ventas. En el último curso, la compañía de la manzana vendió 39 millones de iPhone más que en el 2013.

Y esos números se reflejan, claro está, en las ganancias de ambas. Samsung ganó en el último trimestre del 2014 un 36?% menos que en el mismo período del año anterior. En el caso de Apple, el cuarto trimestre del 2014 la ha llevado a batir un récord con unos beneficios de 16.000 millones de euros, la cifra más alta de beneficios alcanzada nunca por una compañía en un solo trimestre. Una hazaña que supone también una victoria sobre su feroz competidora. Aunque el futuro próximo traerá la reacción de Samsung, con lo que la batalla continuará.