
La historia de Monbus está vinculada desde sus orígenes a la compra de empresas; el grupo con origen en Sarria se hizo con 70 sociedades en 40 años, con Raúl López al volante
25 feb 2018 . Actualizado a las 05:02 h.Monbus, el grupo gallego de empresas que factura 140 millones de euros y que cuenta con una flota de 750 autobuses y cerca de 2.000 turismos de alquiler, nació en Sarria en plena Guerra Civil. El primer vehículo de una compañía que actualmente tiene contratados los desplazamientos del Atlético de Madrid y del Celta, entre otros equipos, y que transporta a los empleados de Inditex de Barcelona a Tordera, fue una furgoneta que compró Raúl López Loureiro, padre del actual administrador. Las 500 pesetas que desembolsó constituyeron el fruto del gran esfuerzo ahorrador del hijo de un emigrante en Argentina, que guardaba todo el dinero que podía en el agujero de una pared para mantenerlo a salvo de posibles robos. No contó, sin embargo, según el relato de su hijo, Raúl López, con los ratones, que royeron parte del capital acumulado, con lo que la compra tuvo que aplazarse hasta que volvió a completar la cantidad necesaria.
Raúl López, que está muy orgulloso de los orígenes humildes de la familia, y que heredó de su padre el nombre de Raúl de Sarria, por el que todavía se le conoce hoy día, se crió entre la grasa y el olor a gasolina de los autobuses del negocio familiar, en el que empezó a ayudar como cobrador en los desplazamientos a las ferias, que era la actividad que desempeñaban entonces. Al empresario, que hoy día es el responsable de un grupo que recorre con sus vehículos 65 millones de kilómetros al año, le gustaba más subirse al asiento del conductor que estudiar. Se sacó el carné especial en el año 1972, cuando la flota de Raúl de Sarria ya disponía de 10 vehículos, con los que hacían transporte discrecional y empezaba con los viajes a Barcelona, uno de los principales puntos de destino de la emigración gallega y de la empresa de transporte de viajeros fuera de Galicia.
El administrador de Monbus, cuya actividad está centrada en el transporte de viajeros regular y discrecional, recuerda con especial cariño un viaje a Mallorca como conductor de una excursión del instituto femenino, al año siguiente de sacarse el carné. La travesía a la isla la hicieron en barco, con el autobús con el que recorrieron todo Mallorca, en la bodega.
Raúl López confiesa que en 1970 no veía muy claro el futuro del transporte de viajeros enfocado hacia las ferias, porque suponía trabajo durante un número limitado de días al año, por lo que se decidió a montar una autoescuela con otros socios. Primero fue Europa y después Siji. Se hizo cargo del negocio familiar en 1977, cuando su padre le dio un ultimátum. Inicialmente, hizo compatible la preparación de alumnos para el carné de conducir con el transporte de viajeros.
La primera compra
En el año 1977, López hizo la primera inversión importante y posiblemente la que confiesa que le hizo más ilusión, porque veía pasar los buses todos los días por delante de su puerta. Era la empresa Monforte, que le costó 43 millones de pesetas cuando, según recuerda, un Seat 600 de la época valía 60.000 pesetas. A su padre le debió de parecer un objetivo inalcanzable porque cuando ya tenía cerrado el trato y le comentó que estaba a la venta la empresa, su progenitor le dijo «compra antes la Renfe».
En plena operación para hacerse con esta empresa surgió: Autobuses Urbanos de Lugo, que supuso uno de los cambios importantes en su vida. El empresario confiesa que está muy agradecido a su mujer, Carmela Novoa, y a todo su entorno familiar por haberle acompañado en su intensa travesía empresarial. En los 40 años que transcurrieron desde que se hizo cargo de la empresa familiar, López diversificó negocio y compró 70 sociedades: La Unión (Pontevedra), Gómez de Castro, Castromil e Hispano Igualadina, Eurolines Peninsulares... Todas en una larguísima lista de nombres entre las que figura alguna compañía alemana.
