Una cantina de aldea de Pedrafita, origen de un grupo empresarial vinculado al sector primario; Lolo proyecta ya nuevas ampliaciones
30 jul 2018 . Actualizado a las 19:14 h.Una pequeña tienda de ultramarinos, de Zanfoga, en Pedrafita, fundada por Manuel Lolo, en la que también se vendían piensos y se recogían castañas que comercializaban en El Bierzo, fue el germen de un grupo empresarial de la montaña lucense, que incorporó recientemente la producción de castañas y de miel y que exporta limones y naranjas, a través de los mismos canales que el fruto de los soutos.
La empresa, con sede en Becerreá, da trabajo fijo a 15 personas -en las campañas puede superar el centenar- y el año pasado facturó 3 millones de euros. De esta cantidad, 1,1 millones corresponden a castañas. La familia lucense cuenta con 100 hectáreas de soutos arrendadas en Navia de Suarna y su intención es la de ampliar la superficie, en pleno período de reconversión a la producción ecológica. En la comarca conocen al fundador, y a sus hijos Alejandro y Luis Miguel por los supermercados que regentan en As Nogais, Becerreá y Baralla, a través de Gestiones Agroalimentarias Lolo y por Almacenes Lolo, que se dedica a la venta de cereales, piensos y abonos. Está pendiente de incorporarse un tercer hijo, que está estudiando ADE.
En los dos últimos años, la familia decidió diversificar actividad y puso en marcha dos líneas de negocio de proximidad más. Una de ellas es la relacionada con la producción y procesado de castañas y la otra con la miel. El objetivo es que en ambos casos lleve el sello de agricultura ecológica, una vez culminada la conversión.
El grupo está formado por cuatro empresas. Castañas dos Ancares, que tiene su base de operaciones en O Corgo, se dedica a deshidratar el fruto y a comercializarlo en fresco. También sacaron recientemente una línea de cervezas artesanas elaborada con castañas pilongas. En la campaña del pasado año, que se desarrolló entre septiembre y diciembre, procesaron en la industria de O Corgo 1.500 kilos diarios. El grupo Lolo está pendiente de realizar una inversión en secaderos y una nave en Becerreá. Según Alejandro Lolo, gerente de la compañía, la idea de esta inversión es convertir un producto perecedero de campaña en algo más estable. El procesado y deshidratado alarga de esa forma entre 5 y 6 meses la comercialización.
«Mel de sempre» es la otra línea de negocio que acaban de poner en marcha, que nació como complemento de la anterior, ante la amenaza de los efectos de la avispilla del castaño. Tiene su sede en Zanfoga (Pedrafita), donde se encuentra la estación de envasado. Se sustenta en la producción del millar de colmenas, repartidas en fincas alquiladas de A Montaña. Alejandro Lolo explicó que están realizando la conversión de convencional a ecológico y se están encontrando con numerosos problemas para conseguirlo. La razón principal, conseguir enjambres, como consecuencia de la avispa velutina, que merma la población de abejas.
En la última campaña apícola recogieron apenas 4.000 kilos de miel. Es una cantidad reducida, teniendo en cuenta que la producción media estimada de cada colmena son 20 kilos. La razón fundamental fue que, al tratarse de núcleos nuevos, prefirieron dejar la cosecha de un año para la subsistencia de las abejas durante los duros meses de invierno.