Redegal, nacida en el 2004, ha acompañado a muchas empresas gallegas a dar el salto al comercio electrónico. La compañía prevé cerrar el 2018 con 6 millones de facturación y ya tiene oficinas en México, Colombia y EE. UU.
24 dic 2018 . Actualizado a las 13:42 h.En 2004 la relación de los ciudadanos con su entorno era muy diferente a la de hoy. Entonces no existían Facebook ni Twitter, la compra electrónica no se conocía y los teléfonos móviles solo servían para hacer llamadas o enviar mensajes de texto. Pero hubo quien supo ver las posibilidades que tenía el mundo digital y puso en marcha proyectos que, con el paso de los años, se han hecho grandes.
La compañía ourensana Redegal es uno de esos ejemplos. La lidera Jorge Vázquez, un ingeniero informático que, al terminar la carrera en el campus de Ourense, decidió apostar por su tierra y no emigrar, como muchos de sus compañeros. Gracias a eso, su firma ha acompañado a muchas empresas, tanto de dentro como de fuera de Galicia, a dar el salto al mundo del comercio electrónico, aportando soluciones digitales acordes a las necesidades de cada cliente. Hoy, su plantilla suma ya casi un centenar de trabajadores y las previsiones de facturación para el cierre del 2018 alcanzan los 6 millones de euros. «Ha habido una evolución positiva por parte de la compañía, no exenta de mucha preocupación y de mucho trabajo, pero teníamos que hacerlo porque estamos en el sector tecnológico y aquí si no te renuevas y eres ágil te puedes morir», explica Vázquez, que añade que «hemos tenido la visión de estar en el momento adecuado en un sector competitivo y esforzarnos por ser los primeros y que nuestros clientes estuviesen ahí».
Abanca, Marineda City, R, Lacoste, Opticalia, Daimler, Adolfo Domínguez, Under Armour o Coren son algunos de los clientes de una firma que hace ya tiempo que dio el salto internacional. Así, dispone de oficinas en México, Colombia y Estados Unidos, que se suman a las de Ourense, Madrid y A Coruña. Además, a corto y medio plazo las metas están marcadas. «Nuestro objetivo es llegar al año 2022 doblando la plantilla y duplicando la facturación hasta los 12 millones», advierte el fundador de la empresa, que asegura que el secreto es «escuchar siempre al cliente, siempre». Fruto de ese esfuerzo por especializarse y ofrecer a sus clientes lo que necesitan, adelantándose al resto, la empresa acaba de ser reconocida con cuatro distinciones Ardan. Así, ha sido destacada como empresa Gacela, por haber crecido por encima del 25 % durante tres años consecutivos. También se ha reconocido su potencial competitivo, su labor en favor de la igualdad de género, y su carácter de empresa global.
Del iPhone importado al márketing y la analítica de datos
Varios hitos han marcado la evolución de Redegal hacia la empresa que es en la actualidad. El primero fue en el 2007, cuando Apple sacó al mercado el iPhone. «Decidimos traer uno de Estados Unidos y vimos que iba a ser rompedor; muchos clientes gallegos se adhirieron a nosotros para desarrollar sus soluciones de movilidad, porque entonces se trabajaba con PDAs, pero esto era más sencillo porque también era un teléfono», recuerda Vázquez. Otro momento importante tuvo lugar en el 2010. «Empezó a ser más incipiente todo el tema del comercio electrónico y decidimos especializarnos. Además, vimos que en Galicia teníamos una gran oportunidad con el mundo del textil, por lo que decidimos centrarnos en ese campo ya que, además, entonces teníamos una estructura más grande como empresa».
Luego llegaría el márketing digital, porque los clientes no solo querían tener una página de venta electrónica, sino además estar bien posicionados y contar con la mejor imagen. Y, como siempre, escuchando al cliente, Redegal decidió dar el paso y creó una unidad de negocio dedicada a ese tema, poniendo en marcha un plan de negocio a diez años vista. Ayudar a las empresas a vender sus productos en los grandes marketplace internacionales, como Alibaba o Amazon, es uno de los retos a corto plazo, al igual que la analítica de datos, otro objetivo que ya les demandan sus clientes. Y al que, sin duda, sabrán responder.