El Colegio de Ingenieros Industriales y Docuten usan esta tecnología para proteger cada visado. La iniciativa, pionera en España, garantiza la seguridad de los trabajos
29 sep 2019 . Actualizado a las 05:08 h.Es una de las tecnologías del momento. Un protocolo de seguridad perfecto (o casi, el tiempo lo dirá) en una era digital en la que todo parece vulnerable, en la que cualquier dato, servicio o programa puede ser hackeable, en definitiva, comprometido o alterado. Blockchain, la cadena de bloques que en realidad es un vasto y confiable libro digital, ofrece un amplio abanico de utilidades, muchas de ellas aún por descubrir, y los ingenieros industriales gallegos acaban de poner sobre la mesa una de ellas gracias a su colaboración con la firma coruñesa Docuten, especializada en soluciones de digitalización para temas como la facturación, la gestión de cobros o la firma de documentos.
El trabajo se centra en este último campo, en concreto, en la actividad más sensible que desarrolla el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Galicia: el visado de proyectos. A partir de ahora, cada uno de los documentos que obtengan su visto bueno, serán protegidos por el protocolo blockchain y dentro de una plataforma de ámbito mundial, lo que garantizará su inviolabilidad y, por tanto, su seguridad jurídica.
Pablo Pérez, director de gestión del Colegio, explica de forma concisa por qué es tan valioso este avance: «Hasta ahora cabía la posibilidad de que alguien dijera que el documento presentado no era el real, pero con blockchain la probabilidad es cero». En la misma línea se manifiesta el decano de la entidad, Oriol Sarmiento, quien sostiene que este es «un proyecto pionero en toda España».
Efectivamente, esta es una de las grandes novedades relacionadas con esta iniciativa. Hasta la fecha, el grueso de las soluciones desarrolladas con blockchain se han focalizado en el territorio de las criptomonedas y algún trabajo en el campo de la trazabilidad, pero no hay demasiados ejemplos vinculados a la usabilidad de este protocolo, lo cual no deja de ser un tanto sorprendente habida cuenta de las elevadas expectativas que se han generado a su alrededor. «Realmente -explica Daniel Cerqueiro, director de márketing de Docuten-, en España hay muy pocas aplicaciones concretas y esta es una solución real de la utilidad de blockchain».
La firma coruñesa es un socio estratégico para el Colegio Oficial en esta aventura, pues se encarga de la segunda parte del proceso. «El procedimiento es sencillo: una vez que se visa un proyecto, después lo que se utiliza es nuestra herramienta, una aplicación que se conecta con la red de blockchain y alberga ahí el proyecto en cuestión».
Una vez depositado en este libro digital, el documento es imposible de alterar sin que quede rastro. «Ese registro es inviolable; no va a poder cambiarse de ninguna manera y además es auditable y público, con lo cual proporciona transparencia y la seguridad de que el documento subido no ha sido modificado», detalla Cerqueiro.
O explicado con un ejemplo, si alguien alterase ese proyecto ya visado a posteriori, cualquiera (un profesional, un particular o una institución) podría contrastar con el original guardado en la plataforma para certificar que había sido modificado, lo que a la postre representa una salvaguarda jurídica en un ámbito tan sensible como es el de la ingeniería industrial.
Por lo que respecta a la plataforma que albergará los visados, redes de blockchain hay ya unas cuantas por el mundo, pero Docuten trabaja con la más importante de Europa, Alastria, impulsada por un consorcio del que forman parte gigantes como Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Banco Sabadell, Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, Telefónica o Cepsa y en el que también está integrado la compañía coruñesa.