Revolución en la telefonía móvil china

María Puerto PEKÍN / LA VOZ

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El gigante asiático estrena la posibilidad de optar por la portabilidad, implementa la red 5G más grande del mundo y crea equipos de trabajo de alto nivel para diseñar el futuro del 6G

08 dic 2019 . Actualizado a las 05:14 h.

Tras 20 años de espera, los chinos por fin pueden romper las cadenas que le atan a su compañía telefónica y ser infieles probando otra operadora sin perder su número de teléfono móvil. La población ya no tendrá que usar varios móviles para no perder los contactos que tienen memorizados en su tarjeta SIM, aunque prefieran el servicio o las tarifas de otra compañía.

Desde el pasado 26 de noviembre, la portabilidad de números de teléfono móvil es una realidad y las tres grandes compañías telefónicas estatales -China Mobile, China Unicom y China Telecom- tendrán que competir para mantener a sus usuarios y no solo para captar nuevos clientes. De momento, la posibilidad de cambiar de proveedor sin perder el número del móvil se limita a estas tres empresas. Habrá que esperar al 2020 para que la portabilidad se extienda a las operadoras de red virtual que, al menos hasta ahora, ofrecen tarifas de datos más baratas y sumaban más de 80 millones de clientes a finales del año pasado.

China ha tardado en implementar un servicio que es habitual en Occidente desde principios de siglo y que mejorará la competitividad. Las tres empresas de telecomunicaciones se han resistido a los cambios. Mantener el número era un incentivo para seguir con la misma operadora. Esta política hasta ahora les ha ido muy bien, ya que entre las tres suman 1.600 millones de usuarios, muchos más que ciudadanos tiene el país.

Prueba del largo camino recorrido, es que el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT) anunció la entrada en vigor de la portabilidad con un comunicado en que instaba a las compañías a «no interferir en la libre elección del usuario». Y ante las críticas, las tres operadoras se han comprometido a mejorar la transparencia del proceso. Para llegar a la fecha decisiva primero se ha hecho una prueba piloto en cinco provincias, donde 3,16 millones de usuarios consiguieron completar los trámites para cambiar de proveedor.

Pero la portabilidad no es la única buena noticia para el consumidor chino. El Gobierno también ha anunciado que adelanta los plazos para poner en marcha la red 5G en todo el país, en principio prevista para el 2020. Antes de final de año se activarán 130.000 estaciones base 5G para soportar esta nueva red.

Las tres operadoras confirmaban a principios de noviembre la comercialización de los servicios 5G, que hasta ahora funcionaban solo en 50 ciudades, como Pekín o Shanghái. La red 5G promete conexiones de datos súper rápidas y mejor cobertura. Unos 17 euros al mes por 30 GB es la tarifa más barata que ofrecen las compañías.

China acelera sus planes para imponerse a otros países como Corea del Sur o Estados Unidos, que este año han empezado a implementar el 5G. Pero en el caso del gigante asiático, dado el tamaño de su mercado, será la red más grande de 5G. En la actualidad ya tiene cerca de 850 millones de personas que usan el móvil para conectarse a Internet y, según las previsiones del Gobierno, en el 2025 habrá 600 millones con conexión 5G, frente a los cerca de 200 que tendrá el mercado europeo. En el 2020 se prevé que un 7 % de la población (110 millones) utilice la red 5G.

El principal beneficiario de este negocio será la tecnológica china Huawei, que tiene acuerdos con las tres operadoras para desarrollar las redes 5G y además es uno de los principales fabricantes y vendedores de teléfonos móviles. Cambiar de móvil para adaptarse a las prestaciones de este nuevo estándar provocará un aumento de las ventas de smartphones y Huawei lleva ventaja a las otras marcas locales, como Xiaomi, Oppo o Vivo. 

Y mientras el mundo se prepara para disfrutar del 5G, China pone las luces largas y ya diseña la nueva tecnología 6G. El Ministerio de Ciencia y Tecnología anunció oficialmente el pasado noviembre la creación de dos grupos de trabajo para desarrollar la investigación de la sexta generación de redes inalámbricas móviles. Estarán implicados departamentos del Gobierno, junto a equipos de 37 universidades, institutos de investigación y empresas.