El adiós a los combustibles convencionales obliga a las estaciones de servicio a reinventarse. Una empresa gallega va un paso por delante con el mejor puente de lavado, cajero o recarga de móviles
25 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Isaac Rebolo (Oleiros, 1977) lleva en la sangre el olor a gasolina, los cambios de aceite y los aditivos para los vehículos. Es el ambiente que mamó en su infancia. También el de los cambios vertiginosos que se han producido en el mundo de los combustibles. «Mi padre ya vivió una gran transformación. La de finales de los 80, principios de los 90. Todos recordamos cómo eran las gasolineras y cómo se les empezaron a añadir servicios: las llegadas de los puentes de lavado o como se les empezaron a añadir tiendas».
Aunque estudió Ciencias Políticas, hace once años tomaba las riendas del negocio familiar. Isaac es el gerente de dos estaciones de servicio en el área de A Coruña, la de A Telva, en Cambre, y la de Icaria en Oleiros, y da pasos cada día para renovar la cara de un servicio con una imagen ciertamente hostil. Sus estaciones de servicio —insiste en el término— son cada vez más para las personas. Son un punto de encuentro para la comunidad, y menos surtidores de combustible. Es lo que marcan los tiempos. «Convivimos con un vértigo lógico porque el cambio que viene es brutal. Antes los negocios duraban 30 años. Ahora, tienes que reinventarte cada diez». Isaac se refiere al fin de la venta de los coches de combustión, que Bruselas acaba de fijar para el 2035. ¿Qué pasará entonces con las gasolineras? Para esta compañía, el suministro de combustibles no va a quedar en primer plano y redoblan los esfuerzos para ser otro tipo de negocio. «Por ejemplo, en Cambre intentamos tener cada vez servicios más variados. En el área de lavado, acabamos de montar un puente de lavado de Karcher, que es el primero de este tipo que se instala en España. Tenemos, por ejemplo, un cajero de Abanca y damos este servicio a un núcleo de población que no tiene uno cerca. Tenemos punto de recogida de paquetería y un centro de recargas de Disashop, que tiene puntos de recarga de telefonía móvil y tarjetas», relata.
haciendo comunidad
Lejos queda aquel concepto de que cualquier cosa comprada en una estación de servicio es más cara. El modelo de supermercado convencional abunda gracias a alianzas con otras empresas gallegas. «Abrimos el supermercado hace ahora tres años. Empezamos con una oferta variada, pero no teníamos frescos o fruta. Los propios clientes nos lo sugerían, al igual que los congelados, y ahora están funcionando muy bien. Nos estamos retroalimentando de las ideas de la gente, de lo que necesitan».
Esta exitosa tienda la han montado en A Telva de la mano de Gadisa y, en su interior, tienen incluso un espacio dedicado al pan, de la firma Sanbrandán. «Si pasamos a ser un centro de servicio para el automóvil, en el que el combustible es un elemento más, podremos sobrevivir. No es una cuestión de que vengas a echar gasolina y punto. Necesitas una serie de servicios para tu coche, casa y familia. Y nosotros te lo podemos ofrecer». En este proyecto, encaja también la sostenibilidad, con la instalación de paneles solares y los puntos de recarga de coches eléctricos, que tendrán a corto plazo. «La verdad es que han cambiado mucho las cosas. Hace poco hicimos un proceso de selección de personal y la verdad es que antes valoraban que esos trabajadores tuviesen, por ejemplo, conocimientos de mecánica. Hoy en día necesitamos personal con don de gentes, empatía con el cliente y que sean manipuladores de alimentos. Lógicamente, teniendo un súper y haciendo pan, es lo que necesitamos». Isaac Rebolo se refiere a la plantilla de doce personas que gestiona, entre las dos estaciones. «El 80 % del equipo es de la zona. Nos conocemos todos. La verdad es que la competencia es dura debido al modelo de estaciones desatendidas. Nosotros somos diferentes: queremos ser el centro de servicios de la gente. El trato con el cliente es cercano y local. Nos ponemos cara, somos todos de aquí. Nos interesa crear riqueza en nuestra zona». Riqueza y comunidad. La actividad de esta empresa en las redes sociales es frenética: fotos, promociones, disfraces en Samaín y regalo de las hierbas de San Xoán: «Es la forma de llegar».