España, junto con EE. UU. y Alemania, se sitúa entre los países más amenazados por los ciberataques, con unos 40.000 casos diarios en lo que va del 2021
05 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Ciberseguridad o cómo hacer frente a una de las formas más recientes de cometer un delito con un retorno económico fácil y rápido, incluso a la carta, adaptado a la cuenta de resultados de la víctima. A la par que la tecnología se ha ido universalizando, también lo han hecho las prácticas delictivas de los hackers cuando detectan vulnerabilidades en los sistemas informáticos para hacer caja. Se trata de una especie de secuestro de datos y de información confidencial que se libra en la Red con unas consecuencias en muchos casos fatales para aquellos destinatarios que rechazan el pago de un rescate.
Las cifras de ataques informáticos registradas en este 2021 advierten de la dimensión de un problema que no hace más que crecer cada año.
España se sitúa en la tercera posición del ránking mundial en lo que a brechas de seguridad se refiere, solo por detrás de EE. UU. y Alemania. Los cálculos realizado por Iron Hack, una escuela especializada en tecnología y formación con sedes en nueve ciudades del mundo, estiman que se han producido unas 40.000 acciones delictivas sobre los sistemas operativos de empresas e instituciones en lo que va de año en nuestro país. Las repercusiones no se limitan al robo o a los ataques en sí, sino que los agujeros por los que se cuelan estos piratas informáticos dejan a sus víctimas en semejante situación de fragilidad que ponen en riesgo los procesos productivos, ya sean de carácter industrial, administrativo e incluso sanitario. El alcance que están adquiriendo este tipo de amenazas sobre las grandes compañías ha aumentado en un 93 % solo en este 2021, asegura Iron Hack. A la par que aumentan los ataques, también lo hacen las facturas por extorsiones. De media, el rescate por evitar que uno de estos hackers anule la operatividad de una compañía ronda los 4,7 millones de euros, un 518 % más que lo que se pedía en el 2020.
De enero a finales de noviembre, siete atentados contra los sistemas operativos de otras tantas compañías e instituciones pusieron en riesgo su capacidad para protegerse. Entre ellos, los de mayor repercusión ocurridos en España fueron el protagonizado sobre la red del Servicio Público de empleo Estatal (SEPE), infectado el pasado marzo con un virus que llegó a paralizar 700 oficinas, 200.000 citas y puso en peligro el sistema de pagos de prestaciones por desempleo en el mes de marzo. Solo tres meses más tarde, la tecnología del Ministerio de Trabajo volvió a quedar expuesta. También la multinacional alemana MediaMark vio amenazada su operatividad coincidiendo con los preparativos del gran período de ventas del black friday, con repercusiones en Holanda, Alemania, Bélgica y España. Se estima que el rescate para evitar que sus redes quedasen invalidadas podría superar los 200 millones de euros. Los expertos coinciden en señalar que la tecnología ofrece grandes oportunidades pero, sobre todo en el ámbito de la empresa y de la industria, deben invertir en servicios de seguridad que les ayuden a protegerse. Nadie está a salvo. Los delincuentes roban a las grandes corporaciones y a las pymes.