Europa confía en un despliegue rápido y masivo de la tecnología solar para contrarrestar la dependencia de los combustibles rusos que atenazan la economía
04 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Antes de que la crisis energética desbaratase las buenas perspectivas de crecimiento una vez superada la pandemia, los tejados de viviendas y empresas empezaban a cubrirse de paneles solares a un ritmo que se ha hecho frenético en los últimos tiempos. Convertirse en productores y ahorrar en el recibo de la luz ya no es una elección. De ahí que las perspectivas de implantación de esta fuente de electricidad tan competitiva cuenten con el respaldo de todas las administraciones, especialmente la europea.
Incluso antes de la guerra de Ucrania la UE ya tenía claro que solo el despliegue rápido y masivo de las energías renovables podría poner fin a la dependencia de los socios comunitarios a los combustibles fósiles rusos, un convencimiento que ahora se convierte en necesidad. La carrera por acelerar estos procesos ya se ha iniciado y dentro del contexto del plan REPowerEU, Bruselas quiere dar un impulso extra a la energía solar fotovoltaica. Sobre todo porque presenta una serie de ventajas que la hacen adecuada para hacer frente a los retos energéticos actuales. Pueden extenderse con rapidez y tanto ciudadanos como empresas lo notarán pronto en sus bolsillos.
La Administración europea se ha marcado el reto de que en el 2030, el 45 % de la electricidad proceda de fuentes renovables y si la política de instalación de paneles en los tejados de viviendas y edificios se intensifica podrían llegar a satisfacer el 25 % del consumo de electricidad del conjunto de la Unión, «una cifra superior a la cuota actual de gas natural», se explica en la Estrategia de Energía Solar aprobada el pasado junio.
Las placas de silicio generadoras de electricidad a partir de la energía del sol para el consumo individual en viviendas unifamiliares y empresas está despegando. El hándicap radica en hacer pedagogía entre los residentes de un bloque de pisos. Los paneles formarán parte de los edificios residenciales que se construyan a partir del 2029, pero el reto es convencer a los actuales propietarios de una finca de extender el autoconsumo colectivo entre las comunidades de vecinos. Lo que muchos no saben es que no se requieren grandes mayorías, con un tercio de los vecinos que lo apoyen ya se puede sacar adelante el proyecto de instalación de placas en zonas comunes como un tejado, azoteas o incluso en áreas verdes.
La denominada Iniciativa Europea de Tejados Solares a escala de la UE tiene por objeto liberar el potencial de generación solar infrautilizada de los tejados de forma inmediata, ya desde este año. E insta a los países miembros a que habiliten medidas de apoyo sólidas que incentiven este tipo de instalaciones. Tanto en la agilización de trámites administrativos como de financiación porque, en comparación con otras fuentes de energía, la tecnología solar tiene unos costes iniciales relativamente elevados, pero unos gastos de funcionamiento bajos. Y existen subvenciones para este tipo de redes.
De hecho, en el marco del plan REPowerEU se habilitan 26.000 millones de euros hasta el 2027 para acelerar el despliegue previsto en las cubiertas residenciales europeas.