El poder de compra de los salarios retrocede a 1996

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

MERCADOS

JAVIER LIZÓN | EFE

La inflación disparada se ha comido buena parte de la capacidad adquisitiva de los trabajadores, pese a que el sueldo mínimo ha subido casi el 40 % desde el 2016

19 may 2023 . Actualizado a las 15:35 h.

El sueldo mínimo interprofesional (SMI) en España era de 655 euros al mes por catorce pagas en el 2016, casi un 40 % inferior al que está en vigor en la actualidad, que es de 1.080 euros, una cifra similar a la de Estados Unidos pese a que el PIB per cápita norteamericano multiplica por 2,5 al español. Sin embargo, ese esfuerzo por mejorar la situación de los trabajadores con rentas más bajas se ha topado este año con un proceso inflacionario tan rápido y elevado que se ha comido buena parte del mayor poder de compra de los salarios.

Esa merma ha sido del 4 % en el 2022, según el último anuario de Adecco Group Institute sobre el mercado de trabajo. Y es que en el ejercicio pasado la cantidad de mercancías y servicios que podía comprar el salario medio retrocedió a niveles de 1996. El proceso ha sido similar en los países de nuestro entorno, con caídas del 2 % en Francia y Polonia o del 5 % en Italia y Holanda, pero en España, según este informe, se ha perdido poder adquisitivo en ocho de los últimos doce años.

El SMI español es ahora mismo el sexto más alto de la Unión Europea (UE), superado por Luxemburgo (2.387), Alemania (1.987), Bélgica (1.955), Países Bajos (1.934), Irlanda (1.909) y Francia (1.709), expresadas todas estas cifras en doce pagas anuales, por los 1.260 de España. La escalada ha permitido cumplir con las recomendaciones de la Unión Europea de situar esta renta mínima en al menos el 60 % de la media comunitaria y la intención del Gobierno actual es de aprobar nuevos aumentos.

En lo referente al paro, el informe destaca la caída del desempleo en el país a niveles que no se conocían desde el 2008, con algo más de tres millones de personas sin trabajo. Un buen dato que no oculta la triste realidad de que España sea por catorce año consecutivo el estado de la UE con una mayor tasa de desempleados y el único junto con Grecia en superar la barrera del 10 %, a años luz de Alemania (3 %), Malta y Polonia (2,8 % ambos) o República Checa, con el 2,3 %.

Además de una reducción significativa en la capacidad adquisitiva de los salarios, esa escalada de la inflación que vive España y toda Europa desde que Rusia invadió Ucrania está también comprometiendo la recuperación económica iniciada tras la pandemia del coronavirus. Los nubarrones amenazan el buen comportamiento que ha mostrado el empleo, que ha superado el máximo histórico de los 20 millones de afiliaciones, con gran protagonismo de la hostelería, con un alza superior al 12 % tras el fin de las restricciones por el coronavirus, mientras que la industria, el comercio y el transporte están también en buenas cifras, aunque más modestas e inferiores al 3,5 %.

Esa reducción del paro fue además común en todas las autonomías, ya que solo Asturias se quedó fuera de la subida del empleo. Galicia sí está en esa senda, aunque forma parte de los territorios en los que aún no se han logrado superar los niveles del 2007, junto a la propia comunidad asturiana, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha y La Rioja.