La industria espacial está llamada a convertirse en el sector más pujante de esta década. Las firmas españolas pelean para transformarse en uno de los agentes más importantes del mercado
29 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El cielo tiene mucho potencial económico. Por el aire, miles de empresas de todas partes del mundo están apurando el paso para convertirse en referentes de un sector que está llamado a mover millones de euros en los próximos años. Porque la industria espacial está en pleno proceso de ebullición y las posibilidades que alberga (sobre todo en servicios que pueden mejorar mucho la vida de la gente) son inmensas.
Precisamente, todo este ecosistema ha sido el protagonista esta misma semana de New Space España, un foro celebrado en la ciudad de Vigo que ha reunido a más de 250 profesionales y expertos relacionados con el sector del espacio y particularmente con el conocido como new space. En él, han participado tres de las empresas más destacadas del sector en nuestro país: Carlos Fernández, de Telespazio Ibérica; Jaume Sanpera, de Sateliot; y Juan Tomás Hernani, de Satlantis. «Creemos que esta va a ser la industria de está década o incluso la de este siglo. Estamos hablando de un sector que va a ser trillonario», explica Jaume Sanpera. Tal y como explican estos tres expertos, España tiene todas las herramientas a su alcance para posicionarse entre los países más competitivos dentro de este sector: «España tiene todas las cartas para tener un papel relevante. Estamos en los inicios de esta industria y, por lo tanto, todo está aún por decidir, pero, lo cierto, es que tenemos todas las bases necesarias para jugar esta partida», resume Sanpera.
Y hay mucho dinero en juego. Actualmente, explica Carlos Fernández, esta actividad cuenta con unos 5.000 trabajadores en nuestro país y la facturación de las empresas dedicadas asciende a los mil millones de euros: «Si haces la cuenta, tocamos a unos 200.000 euros por persona, una ratio realmente grande comparado con otras industrias. Y hay que tener en cuenta que casi todo se exporta fuera, con lo cual además de ser trabajos de gran valor añadido, aportan mucho a la balanza comercial. Es un sector muy pujante», resume el consejero delegado de Telespazio Ibérica.
Los tres destierran la sensación de que en España no se hace tecnología de alto valor y defienden que existen múltiples proyectos, como los suyos, que están demostrando que tecnológicamente aquí podemos ser muy competitivos: «Tenemos compañías de muchísimo prestigio a nivel mundial. España actualmente está en un quinto y casi cuarto puesto en Europa en este sector, estamos empatados con Bélgica. Y podemos seguir peleando para subir puestos», asegura Juan Tomás Hernani.
Quizás ha tenido mucho que ver en toda esta circunstancia el hecho de que, hasta hace poco, el espacio era un asunto continental, no nacional: «Estados Unidos, Europa y China eran los competidores. Pero la nueva generación de sistemas espaciales más pequeños y más ligeros ha permitido que el espacio sea algo nacional o incluso regional y es, en este momento, en el que España está reclamando su posición. Tenemos un sector, el conocido como new space, que está formado por empresas más ágiles y dinámicas y además que están totalmente repartidas en todo el país. Ya no tenemos que pensar que todo debe estar concentrado en Madrid o en Barcelona, porque hay compañías dedicadas a esto en Galicia, en el País Vasco, en Extremadura o en Andalucía...», relata Carlos Fernández.
Todo esto tiene su importancia en un momento como el actual, en el que la pandemia, los posteriores problemas en la cadena de suministros y los recientes conflictos geoestratégicos han llevado a Europa a darse cuenta de la importancia de contar con industrias propias: «En Europa necesitamos ser tecnológicamente soberanos. No podemos depender de nadie. Tenemos zonas que son más amigas y zonas menos amigas, pero en muchos aspectos estamos solos y, por eso, debemos ser soberanos en todos los ámbitos que son estratégicamente imprescindibles. Y el espacio es imprescindible no solo para aspectos como la defensa, sino también para la biodiversidad», explica Sanpera.
Hay quien pueda pensar que la industria que se desarrolla en el espacio poco tiene que aportar al día a día de la sociedad, pero es una idea totalmente errónea. Comunicaciones, información sobre el estado del planeta, sobre aspectos sociales... Las posibilidades son infinitas: «Debemos entender que hay ciertos problemas que, como mejor se resuelven es desde el espacio», sentencia Hernani.