Pilotos, vehículos, aficionados y ajenos a la prueba centran todos los esfuerzos del dispositivo de seguridad vial
01 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Los ralis son una religión en Galicia. Decenas de miles de personas acuden a cada cita en su territorio. La gasolina se lleva en la sangre, aunque en determinadas circunstancias es necesario que no se suba mucho a la cabeza. La concienciación en materia de seguridad cuesta vidas en un deporte que, no hay que olvidarlo, es de alto riesgo.
El rali San Froilán dejó un poso de debate acerca de los dispositivos de seguridad a cargo de la Guardia Civil que todavía colea. La controversia se generó a partir de unas quejas del piloto Luis Vilariño vertidas en redes sociales, en las que afirmaba: «En vez de dedicarse a ayudar en los cortes, lo que hace es estar a cazarnos en cada cruce. Es un escándalo. En mi vida me había pasado algo así. Casi han conseguido quitarme las ganas de correr». Horas más tarde, pedía coordinación entre los estamentos vinculados en un rali para equilibrar las necesidades de los deportistas y la seguridad de todos.
Al día siguiente, la escudería Miño, organizadora del rali San Froilán, mostraba su apoyo a la Guardia Civil en La Voz, que también recogía la estricta normativa y el punto de vista de la federación, los organizadores y otros pilotos, sin que hubiese unanimidad.
Pero, ¿cuál es la labor de la Guardia Civil ante la celebración de un rali en Galicia? Estas son las claves:
reuniones preliminares
Autoridades y organizadores estiman un plan provisional
Meses antes de la celebración de la prueba, escuderías y organizadores solicitan los permisos correspondientes. Además, se ponen en común planes preliminares de contingencia, con estimaciones de personal necesario en función de cada circunstancia (verificaciones, control de cruces, cortes y desplazamientos, el sentido de la marcha, medios humanos y técnicos disponibles...).
ANTES DEL INICIO DEL RALI
Verificación de vehículos y pilotos
El Grupo de Investigación y Análisis de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (GIAT) se encarga de verificar que los vehículos y los pilotos cumplen la norma referente a seguridad vial (las mismas que para un conductor y vehículo de calle). Hay que destacar que un piloto no necesita permiso de conducción para competir en el tramo cronometrado, porque es una zona excluida a la circulación con el objeto único de una prueba deportiva, pero se verifica que cuenta con el seguro específico (que exige la Federación Gallega de Automovilismo a la hora de expedir la licencia). En el Campeonato del Mundo, por ejemplo, hay pilotos que son menores de edad y que manejan el coche en el tramo cronometrado, pero después lo conduce en los enlaces el copiloto o se desplaza con una grúa.
ANTES DEL PASO DE LOS BÓLIDOS
Garantizar la seguridad del deportista, del público y del ciudadano ajeno al rali
La Guardia Civil recorre el tramo confirmando que está cerrado a la circulación, que las vallas se encuentran correctamente colocadas y que el público está situado donde debe.
DESPLAZAMIENTOS
Tramos de enlace, bajo la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial
Aficionados y pilotos circulan de un tramo cronometrado a otro por vías abiertas a la ciudadanía, por lo que deben cumplir la ley vigente, en términos técnicos (por ejemplo si un participante se accidenta compitiendo y se queda sin puerta, cristal o luces, no podría circular por la vía pública) y administrativos (la documentación del conductor y del vehículo). «Un piloto o un aficionado es un conductor más en estas circunstancias. No podemos consentir que fuera del tramo calienten ruedas en zigzag y haya riesgo de que alguien salga de un cruce y se produzca una colisión», explica el guardia civil del sector de Tráfico de Galicia, Héctor Teixeira.
acciones y recursos
Unos cuarenta agentes, radar, el helicóptero Pegasus, patrullas visibles y vigilancia discreta
La situación de riesgo en la vía pública exige un esfuerzo importante de prevención, acciones disuasorias y vigilancia efectiva , incluidos controles de velocidad, alcohol y drogas.
infracciones comunes
Velocidad, alcohol, drogas y maniobras antirreglamentarias
Los desplazamientos entre tramos cronometrados son momentos calientes en los que los conductores, por ejemplo, se arriesgan con adelantamientos peligrosos o piques para llegar antes al siguiente lugar de competición y aparcar.
área de influencia
Ciudades y autopistas
La Guardia Civil de Tráfico no solo cuida de la seguridad en el propio recorrido del rali y en los accesos directos a los tramos o las posibles conexiones de desplazamientos entre ellos, sino que extiende su vigilancia especial al área de influencia (en el San Froilán, el dispositivo alcanzó la A-6) y al territorio urbano (por ejemplo en Lugo, Ferrol y A Coruña), coordinándose con las policías locales gallegas.
«No podemos renunciar a salvar vidas»
«La ciudadanía no tiene por qué saber que se está corriendo un rali», afirma el guardia civil del sector de Tráfico de Galicia, Héctor Teixeira, para mostrar que el fin último del esfuerzo del dispositivo de seguridad es proteger a todos.
aficionados
Un perfil minoritario, pero peligroso
«Del mismo modo que sucede con la violencia asociada a los partidos de fútbol, hay conductas de riesgo asociadas a las pruebas deportivas. Afortunadamente, son minoritarias. Se dan cuando el aficionado se encuentra en condiciones no adecuadas (consumo de alcohol, drogas...) y trata de emular las acciones que acaba de presenciar, lo que pone en peligro a todos. Para prevenirlo, se establece un dispositivo de control. No se puede criminalizar a la gente que va a ver los ralis. Aquí no se persigue a los aficionados al motor porque, precisamente, los aficionados de verdad respetan las normas porque son conscientes de que asisten a una prueba deportiva desarrollada bajo unas condiciones específicas de seguridad», analiza el guardia civil del sector de Tráfico de Galicia. «Es un cóctel explosivo», concluye.
críticas
«Preferimos ver al piloto enfadado con nosotros que a su familia llorando su pérdida»
La Guardia Civil tiene clara la prioridad. «Parece que preocupa más perder los puntos que la vida, pero preferimos ver al piloto, aficionado o ciudadano enfadado con nosotros y quejándose en las redes sociales que a su familia llorando su pérdida», asegura Teixeira. «Duele que la gente no vea que todo es por su seguridad. No podemos ponernos gafas de madera y renunciar a salvar vidas», añade.
CONCLUSIÓN
«Nuestro premio es que no fallezca nadie»
Héctor Teixeira acude al símil: «Nosotros vamos a ganar nuestra propia prueba deportiva, nuestro premio es que todo se desarrolle con seguridad y no fallezca nadie, que todos regresen a casa». «Entiendo que a nadie le guste que le sancionen. En 20 años, nadie me ha dado las gracias por multarle, aunque alguno ha conseguido reeducarse en seguridad vial», zanja.