La resurrección del Salón del Automóvil de Barcelona nos trajo en realidad pocas novedades, pero una constatación de que la conectividad será una de las claves del futuro a la hora de vender coches
11 may 2015 . Actualizado a las 12:50 h.En realidad la única novedad en el salón era la del Seat Ibiza, una marca que jugaba en casa y un coche que parece inspirarse ahora en su hermano mayor, el León, tal y como destacaba el presidente de la marca Jürgen Stackmann: «El nuevo Ibiza, que llegará a los concesionarios a finales del verano se sumará a los éxitos de los que ya está disfrutando Seat. Es el primer ejemplo de la leonización de nuestros productos, aplicando la exitosa fórmula León a todos los modelos de nuestra gama. Nos hemos centrado especialmente en la conectividad y ahora el Ibiza forma parte de este mundo conectado».
Este nuevo Ibiza no mostraba exteriormente demasiados cambios, salvo los nuevos faros con luces diurnas LED y los diseños de llantas de 16 y 17 pulgadas. Lo importante estaba en el interior al incorporar la segunda generación de sus sistemas de infoentretenimiento Easy Connect, ahora con Mirror Link que supone integrar el sistema del coche con el Smartphone del conductor, ya sea con Android o con iPhone. Además se han mejorado algunos detalles del diseño en el interior, así como las calidades.Seat también mostraba su renovada Alhambra, su monovolumen grande.
LEXUS GS F
Además de Seat, otra marca que exhibía músculo era Lexus, que mostraba por primera vez en Europa el GS F, una berlina de altas prestaciones con el motor V8 de 477 caballos, aunque la marca japonesa no se contentaba con esta novedad europea y nos mostraba una peculiar versión del NX personalizado por el cantante Will.I.Am. con un chasis sobredimensionado, con profusión de carbono, llantas de 22 pulgadas y pintura mate. Entre otros modelos también se podía apreciar una atractiva versión de su compacto CT 200h en acabado Fuji con pintura bicolor, alerón posterior y llantas de aleación.
EL NUEVO AUDI Q7
Cuando parece que los crossover de lujo languidecen, Audi demuestra lo contrario exhibiendo en Barcelona su nuevo Q7, una generación que parece más domesticada que la original, gracias a un adelgazamiento claro en su peso y a unas líneas más fluidas y menos agresivas. El Q7 ha conseguido bajar 325 kilos en la báscula, gracias al empleo de aluminio y es un 26% más eficiente. Los motores serán V6, un TDI de 272 caballos y un TFSI de 333 con tracción total Quattro y diferencial autoblocante, además de caja de cambios tiptronic.
No era la única novedad de Audi que también exhibía el RS 3 Sportback, equipado con el motor de cinco cilindros más potente del mundo, con 367 caballos. También la tercera generación de los TT y TT Roadster lucía en el stand de la marca alemana.
Entre las novedades de este salón, Jaguar nos mostraba el nuevo XF, otra berlina deportiva como el Lexus GS F, lo mismo que Infiniti que exhibía el nuevo Q70. Mitsubishi, por su parte, apostaba por su tradicional Pick Up L200, mientras Hyundai volvía a sus orígenes sustituyendo su IX35 por un nuevo Tucson, nombre más comercial, para su nuevo crossover compacto.
Mención aparte merece el grupo PSA que escenificaba su nueva configuración en tres marcas, exhibiendo en su estand un DS5 dotado ya del frontal en el que desaparece el antiguo chevron de Citroën. Estaba acompañado por un Citroën C4 Cactus, que tanto éxito está teniendo en el mercado y un Peugeot 308 GT, el último lanzamiento de la marca.
El Salón del automóvil de Barcelona, lejos ya de la pelea por presentar novedades, se orienta hacia la vocación comercial, disponiendo de muchas unidades de prueba en sus espacios exteriores, donde los miles de visitantes que se esperan podrán probar los coches que les interesen y escuchar las ofertas de las marcas. Eso en el marco de la aprobación de un nuevo Plan PIVE, quizás el último.