Mussolini, el lider fascista italiano, se lo regaló a su amante, Clara Petacci en 1939, desde entonces este Alafa Romeo ha pasado por intrigas políticas, por escapadas a la desesperada, por estar 20 años olvidado y hasta casi venderse por 1,8 millones de euros.
12 nov 2017 . Actualizado a las 08:32 h.Disfrazado como vehículo diplomático español, los ocupantes de este Alfa Romeo intentaban, aquel 28 de abril de 1945, huir a Suiza cuando la resistencia partisana lo detuvo a orillas del lago Como al norte de Milán. En su interior viajaban Mussolini y Clara. Fueron capturados y ejecutados esa misma tarde, así acabó su historia pero las andanzas de este vehículo tan especial acababan de empezar. Meses después, este Alfa fue a parar a manos del ejército americano. Un año mas tarde fue comprado por un oficial estadounidense destinado en el campo militar a las afueras de Pisa. Lo usaba a diario hasta que en 1949 este militar vuelve a su ciudad natal a las afueras de Nueva York, donde se lo trae consigo. En 1952, la rotura de una biela obliga a un paro forzoso en su garaje. Quince años más tarde, un pariente lo compra para restaurarlo, algo que nunca ocurre. En 1970 lo saca a la venta en un anuncio de periódico, atrayendo la mirada de un maestro de escuela, Ron Keno, quien lo compra por 300 dólares con una historia militar italiana bajo el brazo que decide investigar. A través de un historiador encuentra a Franz Spögler, el exchófer y guardasespaldas de Clara Petacci durante la Guerra. Tras varias conversaciones telefónicas deciden verificar in situ si realmente era el coche de Clara.
La pista definitiva
Aunque el deterioro del coche era evidente, solo hubo un elemento que su antiguo chófer le hace confirmar que era el coche que él mismo condujo en los años 40: su bolsa de herramientas: en una ocasión un militar alemán se la había entregado y éste la guardo en el maletero. Keno por fin descubrió su secreto, aunque el Alfa solo lo tuvo hasta 1979. A partir de aquí pasa por varias manos, incluso es exhibido como vehículo exótico en un casino de Las Vegas. En 1999 vuelve a cambiar de manos y participa en varios ralis de época con su nuevo propietario. Corre en el 2001 y el 2002 la famosa carrera de coches históricos Mille Miglia. Pero es en el 2004 cuando decide hacer la restauración definitiva con el mejor restaurador de Alfa. En el 2015 sale a subasta, donde logra una oferta de 1,8 millones de euros, cantidad que no fue suficiente para su propietario, quien sigue sin ponerlo a la venta otra vez, por ahora.