Citroën cumple el próximo 4 de junio cien años de historia. En este tiempo la marca francesa lograba situarse como referente en la más alta tecnología de cada década. La tracción delantera y la suspensión neumática ya forman parte de esa historia que hoy continúa bajo las mismas premisas.
25 feb 2019 . Actualizado a las 15:47 h.Durante estos cien años, Citroën fue redefiniendo el concepto confort combinando elementos tan importantes como la suspensión y los asientos. Quizás la suspensión ha sido uno de los elementos más valorados por los clientes de la marca, como nos recuerda el GS circulando en los anuncios de la tele con solo tres ruedas o el 2 caballos con aquellos amortiguadores de interminable recorrido. Un 2CV que se mostró como uno de los primeros coches lúdicos, de techo abierto, banqueta e interminables viajes que te trasladaban a otras épocas, como el Charleston de la foto superior.
Hoy la Citroën de los 100 años ha cambiado su imagen, pero no su concepto. Sigue siendo una marca innovadora en muchos campos y ofreciendo el concepto confort en todos sus modelos. Solo debemos fijarnos en su último lanzamiento, el C5 Aircross, que bajo el paraguas del programa Citroën Advanced Comfort ofrece unos amortiguadores progresivos hidráulicos que permite proporcionar a los usuarios del coche un efecto denominado «alfombra voladora». En su interior recuerda su efecto al que conseguía la marca con su modelo estrella CX, que devoraba kilómetros y kilómetros de las recién inauguradas autovías. Ahora, los nuevos modelos presumen de una alta conectividad y de más de 20 ayudas a la conducción, que en aquellos tiempos apenas existían y se centraban en elementos tan básicos como la mejora de frenos, luces y alarmas. También los asientos actuales ofrecen espumas de diferentes densidades, incluyendo una capa viscoelástica que permite amoldarse al cuerpo nada más sentarse.