
Ligereza y un diseño inspirado en las motos de los años 60 y 70, pero con tecnología del siglo XXI, son las claves del segmento sport-heritage de Yamaha. La XSR700 XTribute sigue fielmente estas ideas.
09 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La Yamaha XSR700 XTribute rinde homenaje a la XT500, un modelo superventas de la marca japonesa que se fabricó entre 1975 y 1989. Aquella era una scrambler con rueda delantera de 21 pulgadas y su heredera tiene una filosofía más asfáltica, pero se mantienen aspectos como el asiento plano, el manillar off-road y los fuelles de goma en la horquilla.
Respecto a la XSR estándar esta versión lleva otros elementos distintivos, como los neumáticos de tacos Pirelli MT60 RS, guardabarros blancos, intermitentes naranjas y un cuadro de instrumentos descentrado. Es totalmente digital e incluye indicador de marcha.
La posición de conducción es vertical y dominante, con un depósito estrecho que facilita sujetarse a él con las piernas y unas sólidas estriberas.
El motor es el bicilíndrico en paralelo de 689 centímetros cúbicos y 75 caballos que estrenó la MT-07 hace cinco años. Da un par máximo de 68 newtons a 6.500 revoluciones, aunque estira hasta las 9.000. Nosotros lo probamos en la Tracer 700, que también lo monta, y ya nos gustó, pero es que esta moto es todavía más ligera: pesa solo 188 kilos, incluyendo el depósito de gasolina, en el que caben 14 litros, y el de aceite.
Al no haber control de tracción ni embrague antirrebote, conviene tratar con dulzura tanto el puño del gas como la maneta izquierda, para evitar reacciones bruscas. Con llantas de 17 delante y detrás, es una moto ágil en carretera y que gracias a los neumáticos especiales podemos meterla por caminos y utilizarla como una fun-bike.
La frenada está resuelta con doble disco lobulado y ventilado de 282 milímetros en la parte delantera y otro de 245 milímetros en la trasera, todos mordidos por pinzas de doble pistón. Tiene ABS, así que ofrece un plus de seguridad en mojado.
EQUIPAMIENTO
Nuestra unidad de prueba, cedida por Manel Motor, incluía un extra que consideramos imprescindible por el efecto estético y el sonido que produce: el escape alto Akrapovic. Fabricado en acero inoxidable de alta calidad, rodea todo el motor y culmina en un silencioso con el logo de la XSR grabado a láser. Los petardeos que produce son gloriosos y también mejora el rendimiento del motor. Cuesta 1.400 euros.
Otros accesorios opcionales que puede llevar son asiento monoplaza, dorsal frontal, maletas blandas de tela de estilo vintage y muelles Ohlins tanto para la horquilla como para el amortiguador trasero.
La Yamaha XSR700 XTribute cuesta 8.500 euros y está disponible solo en acabado Tech Black, con el depósito plateado recorrido por una banda negra y líneas rojas laterales y con las llantas en dorado. La versión estándar de esta moto cuesta 700 euros menos y hasta el 31 de julio ambos modelos incluyen matriculación y seguro gratis.