Primo hermano del Renault Captur, este híbrido enchufable japonés puede circular casi 50 kilómetros en modo cien por cien eléctrico y cuenta con unos acabados y un equipamiento muy buenos.
23 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El nuevo Mitsubishi ASX es esencialmente el mismo coche que el Renault Captur, o el Renault Captur es idéntico al Mitsubishi ASX, tanto monta. Ambos se fabrican en Valladolid y tienen el mismo diseño de gota de agua, con una parrilla frontal algo diferente en el caso del modelo nipón en la que se han incorporado unos embellecedores en forma de bumerán. Eso y el símbolo de la marca en lugar del rombo francés, además del nombre de Mitsubishi recorriendo todo el portón, son algunas de las peculiaridades en este curioso juego de las diferencias.
El interior de la versión Kaiteki+, la más equipada, incluye una atractiva tapicería de cuero negro con ribetes en blanco y los laterales del asiento y el respaldo con microperforaciones. Las butacas son muy cómodas y todavía más agradable es el tacto del volante, con un tamaño, grosor y acolchado perfectos. A través de él se ve, sin nada que lo entorpezca, el cuadro de instrumentos digital, que se combina con una pantalla táctil de 9,3 pulgadas y formato cuadrado que preside el salpicadero.
Los asientos de atrás se desplazan sobre raíles, permitiendo ampliar el espacio del maletero de 422 a 536 litros. Bajo el piso hay un espacio para guardar los triángulos y el cable de carga, y solo echamos de menos que el portón fuera motorizado.
La gama del ASX es muy variada, partiendo de un gasolina de tres cilindros y 90 caballos, y, ya con cuatro cilindros, tenemos un microhíbrido que rinde 140 CV en su versión manual y 160 en la automática (DCT de siete velocidades); un híbrido estándar que ofrece 145 caballos, y un híbrido enchufable de 160 CV, que es el que hemos probado. Combina un motor de gasolina de 1.6 litros y 92 CV con dos eléctricos y acelera de 0 a 100 en km/h en 10,1 segundos. Obviamente, el mayor peso por la batería de iones de litio lo penaliza respecto a la versión mild hybrid de potencia equivalente, que para el crono en 8,5 segundos.
Pero esa batería también le permite al ASX PHEV disfrutar de una autonomía cien por cien eléctrica de 49 kilómetros, además de la etiqueta Cero que le franquea la entrada en las zonas de bajas emisiones de cualquier ciudad. En el modo de conducción My Sense, el coche decide cuándo circular en modo sin emisiones, y disponemos de una función que utiliza el motor de combustión para ir recargando la batería y así tener siempre una reserva de autonomía eléctrica. Con el modo Pure forzamos la marcha siempre en eléctrico y la palanca tiene una posición B que aumenta la retención para recuperar más energía. Si queremos enchufarlo, el cable de carga Schuko (toma doméstica) viene de serie. El consumo combinado es de solo 1,5 litros a los 100 km, y el comportamiento es suave y agradable, con una suspensión que prima el confort de los ocupantes.
El Mitsubishi ASX parte de 22.900 euros y alcanza los 39.500 en el modelo híbrido enchufable con el acabado más alto, el Kaiteki+. Incluye llantas de 18 pulgadas, techo y retrovisores pintados en negro, acceso y bloqueo manos libres, asientos delanteros eléctricos y con calefacción, al igual que el volante, revestimientos interiores de madera oscura, techo panorámico eléctrico, lunas traseras sobretintadas, bandeja de goma cubremaletero, carga inalámbrica de móvil y un equipo de sonido Bose con ocho altavoces y subwoofer. Cuenta con todas las ayudas a la conducción, con asistencia de centrado en carril y conducción autónoma de nivel 2, y una garantía de 5 años o 100.000 km (8 años o 160.000 km en el caso de la batería).