Skoda Scala: más allá de las modas

MOTOR ON

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El Scala es la propuesta de Skoda para que te compres un compacto en un mercado donde los SUV son los reyes del escaparate. Con este «hatchback», recién rediseñado, los checos ofrecen un coche que no defrauda; y en el caso del que hemos probado, el alto de gama, incluso cumple con creces.

07 jun 2024 . Actualizado a las 13:57 h.

No es lo mismo hablar de un Scala 1.0 TSI de 95 caballos, el más modesto entre la oferta de este modelo de la firma del grupo VAG (en torno a los 25.500 euros), que hacerlo del 1.5 de 150 caballos, hasta arriba de extras y sobrado de potencia, que hemos tenido la oportunidad de probar estos días y que sale por 33.900 euros.

Son los dos extremos de una gama que muestra hasta quince variables con algunos nexos comunes: todas son de gasolina y lucen la etiqueta medioambiental C, todas comparten un rediseño que los acerca al espíritu de los modelos más pintones de Skoda; y también todas guardan las virtudes de un concepto de coche, el del compacto hatchback, que hace no mucho era el rey del mambo y que ha quedado en la sombra (injustamente) porque todos los focos alumbran ahora a los omnipresentes SUV. De hecho, el Scala tiene en cierto modo con los Kamiq (con el que comparte rediseño) o los Karoq a los enemigos en su propia casa.

El modelo probado es el del acabado Design con el citado motor 1.5 de 150 caballos, que se sitúa entre lo más alto de la oferta del Scala, y la terminación Dynamic. Con respecto a las opciones más modestas (todas ellas muy bien equipadas en infoentretenimiento, con una pantalla de ocho pulgadas) añade llantas de 17 pulgadas, volante multifunción en cuero, asientos delanteros deportivos, pedales en aluminio, reposabrazos central delantero y revestimiento del techo en negro. Otra novedad que trae su versión 2024 es su logo trasero y su portón, motorizado, que puede abrirse haciendo un movimiento del pie bajo el paragolpes. El resultado es un coche de aspecto sobrio pese a los guiños a la estética deportiva.

Pero las apariencias engañan: con esta motorización y la caja de cambios DSG, esconde un nervio que hay que tener dominado en todo momento. En todo caso, sus elementos de seguridad activa o sus tres tipos de suspensión cooperan a una conducción placentera. Además, este Scala dispone de frenado automático en caso de riesgo de colisión, aviso de abandono del carril, reconocimiento de señales de tráfico, freno multicolisión o sensores de aparcamiento.

Tiene, además, un interior espacioso, también en sus asientos traseros y su tamaño exterior, de 4,36 metros, lo hace muy manejable en ciudad, donde luce con orgullo su etiqueta C... incluso entra bien en los párking de los súper donde reinan los todoterrenos. ¿Qué más se puede pedir?

Bien equipado, con generoso espacio interior y un tamaño perfecto para el uso urbano y cotidiano