El salón de la moto Eicma de Milán es el último gran evento de este tipo que pervive a nivel mundial y este año se ha podido ver en él una importante pujanza de las marcas chinas, dispuestas a adueñarse del mercado europeo, además de la siempre vistosa industria italiana, con maravillosas deportivas.
17 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.P ara la mayor parte de los fabricantes europeos, el Eicma de Milán ha servido para presentar los nuevos modelos adaptados ya a la normativa Euro 5+, que será obligatoria para todos las motos que se fabriquen a partir de enero del 2025 en Europa. Por supuesto es una normativa más exigente a nivel de emisiones y consumos, que se traducirá también en las potencias de las motos en el futuro. La industria europea se adapta a los tiempos, empujada por las trabas medioambientales y también por la fuerza de las marcas chinas y sus modelos eléctricos, que poco a poco copan el mercado.
Pero tampoco faltó en Eicma ese toque de emoción que aún siguen poniendo europeos y japoneses en sus modelos. Por parte de la industria italiana, Aprilia, marca del grupo Piaggio, presentaba su Tuono 660 Factory, una peso medio polivalente, mientras que Ducati exhibía su estrella Panigale V4, mejorada y con reminiscencias estéticas al pasado.
Entre las europeas, BMW sacaba pecho tras su recién conquistado Mundial de Superbikes con una serie exclusiva de solo 40 unidades de la M 1000 RR WSBK Champion Edition.
Entre los japoneses destacó Honda, que renovó muchos modelos, amén de presentar un motor tricilíndrico con compresor eléctrico que favorece la entrega de potencia. Anunció también la CB 1000 Hornet, la más grande de esta gama.