La reducción del campo de visión, el sueño y los deslumbramientos son algunos de los riesgos que tiene la conducción nocturna. Un estudio especializado advierte que la mayoría de los siniestros se producen al inicio y al final de la noche de los viernes y los sábados.
08 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.E l sueño, el cansancio, los deslumbramientos y un buen número de imprudencias convierten la conducción nocturna en una actividad de riesgo. En los últimos diez años se produjeron en España 276.000 accidentes nocturnos en los que hubo 6.500 muertos. En Galicia se contabilizaron en ese mismo período más de 13.000 accidentes de noche, con 500 fallecidos. Estas cifras no son casuales. Parece fácil entender que no es lo mismo conducir de día, con luz natural, que de noche, cuando la visibilidad disminuye. Los expertos en seguridad vial consultados por La Voz advierten que durante la conducción nocturna el campo de visión se reduce un 20 %, lo que afecta a distintas capacidades de los conductores, como el cálculo de la velocidad, la identificación de las señales y la visión periférica y de profundidad. Además, los deslumbramientos pueden provocar momentos de ceguera que hacen que el vehículo circule sin control durante decenas de metros en medio de la noche. Y de noche también hay porcentualmente más casos de alcoholemia y drogas al volante.
LA HIPNOSIS DE LA CARRETERA
La proporción de muertes en los accidentes que se producen de noche es muy superior (un 55 % más) que los que se producen durante el día. Esta es una de las conclusiones del informe Conducción nocturna: riesgo, accidentalidad y percepción de los conductores españoles, elaborado por la Fundación Línea Directa con la colaboración de Fesvial. El estudio señala además que la conducción nocturna tiene importantes efectos sobre la conducción, pues a la reducción del campo de visión hay que sumar que «los conductores son más proclives a la somnolencia y a la llamada «hipnosis de la carretera», que provoca la conducción por inercia», explica Mar Garre, directora general de la Fundación Línea Directa, que añade que eso hace que el conductor no sea plenamente consciente de lo que pasa a su alrededor porque se produce una especie de mecanización.
EL PERFIL DE RIESGO DE NOCHE
El estudio identifica un claro perfil del conductor que se accidenta por la noche. Es, mayoritariamente, un hombre de unos 38 años de media y que tiene experiencia de unos veinte años al volante. El turismo es el vehículo que más veces (78 %) aparece implicado en los siniestros ocurridos por la noche, sobre todo en zonas urbanas, aunque las consecuencias son más graves en carretera.
DE 3 A 5 DE LA MADRUGADA
El accidente nocturno suele ocurrir al inicio o al final de la noche, principalmente durante los fines de semana y en los meses de noviembre y diciembre. Según el estudio de la Fundación Línea Directa, antes de la medianoche se producen un 54 % de este tipo de siniestros, que también repuntan al final de la noche, ya cerca de las seis de la mañana. De todas formas, los datos indican que los siniestros que tienen unas consecuencias más graves ocurren entre las tres y las cinco de la madrugada. En cuanto a los días de la semana con más accidentes, los viernes y los sábados son los peores, mientras que los dos últimos meses del año parecen presentar una mayor frecuencia accidental, probablemente porque también hay más horas de noche.
EL SUEÑO QUE MATA
Uno de los principales riesgos asociados a la conducción es el sueño. Un millón y medio de conductores han sufrido accidentes al quedarse dormidos y casi un 20 por ciento reconocen que han vivido «situaciones de alto riesgo, mientras que el 39 por ciento admiten que han dado en alguna ocasión una cabezada mientras conducían».
MIEDO AL DESLUMBRAMIENTO
El informe incluye una encuesta con 1.700 entrevistas a conductores sobre los riesgos de la conducción nocturna. En Galicia, los mayores temores de los automovilistas vienen dados por la falta de visibilidad y los deslumbramientos (por encima de lo que opina la media nacional) y de la somnolencia.