Hoy el mundo recuerda que el petróleo es un recurso finito y especula sobre el escenario que se dibujaría con su agotamiento: la explosión de una burbuja de un tamaño sin precedentes. Pues sepa usted que no es la única. En la naturaleza solo se pueden encontrar 92 elementos químicos puros, los ladrillos esenciales con los que se construye todo lo que vemos, incluidos nosotros mismos. De esos 92, un teléfono móvil contiene hasta 65, muchos de ellos más escasos que el oro. Hace unos días, la Sociedad Americana de Física instaba al Gobierno de EE.?UU. a salvaguardar el abastecimiento de elementos críticos para el desarrollo tecnológico en el que estamos instalados. En ese catálogo de «elementos protegidos» ya estaban desde hace tiempo un grupo de ellos llamados «tierras raras», de las cuales China produce el 95%. Ahora se añaden otros, hasta llegar a 28, entre los que encontramos rutenio, rodio, paladio, indio, iridio? junto a otros que nos suenan más como el cobalto, litio o helio. Somos una especie que devora el planeta con voracidad insensata y más nos vale ir aprendiendo a reciclar.