Renunciar al futuro

Alfredo Vara
Alfredo Vara EL PUENTE

OPINIÓN

21 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Un joven investigador gallego ve como le niegan una beca Ramón y Cajal justo cuando le otorgan el premio al mejor físico joven de Europa. Otra joven científica ha participado en la obtención de células madre humanas mediante clonación. Tuvo que hacerlo en Estados Unidos, después de que un ERE en el centro de investigación valenciano en el que trabajaba la dejase en la calle. El CSIC se ha quedado sin fondos para continuar una puntera investigación sobre el alzhéimer. Este año se han adjudicado 175 plazas en las becas Ramón y Cajal, iniciadas en el 2001 con cerca de 800 puestos. Un empresario catalán tuvo que vender a Alemania la patente de una innovadora bicicleta eléctrica al no encontrar financiación para afrontar un pedido de once mil unidades.

Todo esto ocurre en un país que el año pasado registró 2.500 patentes. ¿A qué nivel estamos?: «Siemens sola formula 4.200 solicitudes anuales», manifestaba su presidenta en España en una entrevista que publicaba La Voz el domingo.

«La austeridad es imprescindible pero está mal repartida» titulaba ayer un diario catalán su entrevista al comisario de Competencia, Joaquín Almunia.

No queda mucho espacio para la duda sobre ese reparto cuando ni se ha iniciado un proceso serio de reforma de la Administración ni se han recortado privilegios de los políticos ni se ha profundizado en la persecución del fraude fiscal.

«Con esos recortes nuestra competitividad está retrocediendo a límites que pueden resultar irreversibles», afirma Federico Mayor Zaragoza. La austeridad es una cosa. Otra muy distinta es renunciar al futuro.