Hacienda somos todos, decía el mítico anuncio de la Agencia Tributaria, tratando de mentalizar a los españoles para que cumpliesen con sus obligaciones fiscales. Pasan los años y el eslogan aún no es del todo cierto. Los trabajadores ya saben que las grandes fortunas pagan mucho menos que ellos (un 1 %) porque se les ha diseñado un vehículo a la medida, las sicav. Ahora Intermón Oxfam acaba de poner sobre la mesa que las familias también tributan 40 veces más que las empresas. Es cierto que al tejido empresarial hay que darle ventajas que le permitan crecer, aumentar su actividad y, en consecuencia, generar más empleo. Pero cuando se habla de beneficios, todos debemos pagar en proporción a lo obtenido: los ricos, los trabajadores y las corporaciones. Solo así Hacienda seremos todos.