En la Administración de Andalucía se suceden casos de malversación de fondos públicos con una cadencia descomunal, de tal forma que ya no parecen títulos sueltos sino capítulos de una misma serie titulada Corrupción en Andalucía. Sus protagonistas no son tan guapos como los de Corrupción en Miami, pero sí más importantes. ERE, Formación, Patronato de la Alhambra y el Generalife, Aznalcóllar, Cobre las Cruces. El ritmo es trepidante.
Para todos ellos la presidenta del Gobierno andaluz, Susana Díaz, tiene frases rotundas. Por ejemplo, que la adjudicación de Aznalcóllar, paralizada por el Juzgado de Instrucción número tres de Sevilla, fue adjudicada «conforme a derecho». No se sabe si es el vigente en las leyes españoles u otro particular que manejan los gobiernos socialistas que se han sucedido ininterrumpidamente en Andalucía desde 1978. Porque resulta que la concesión de la reapertura, adjudicada por el Ejecutivo de Díaz cuando estaba en funciones, está plagada de ilegalidades, hasta el punto de que 13 altos cargos y funcionarios de la Junta de Andalucía han sido detenidos para tomarles declaración, y la directora general de Industria, Energía y Minas, María José Asensio Coto (destituida el día 4), está imputada por la jueza que instruye el caso.
En el sumario figura que Mario López Magdaleno, presidente del grupo Magtel (empresa con fuertes vínculos con la Junta de Andalucía), buscó en el 2014 un socio que pusiera la inversión y los conocimientos, mientras que él se encargaba de ganar el concurso público. Primero contactó con Emerita Resources Corporation, presidida por Joaquín Jesús Merino y perteneciente al banco de inversiones canadiense Forbe&Manhattan. Merino relató como testigo a la policía judicial que mantuvo una reunión con L. Magdaleno en las oficinas de Emerita cinco días antes de que acabara el plazo para presentarse al concurso. Según el atestado, «L. Magdaleno ofrece a Merino participar en el proyecto a cambio de un porcentaje que oscilaría entre un 20 y un 15 %» de la empresa que explotaría la mina. Merino responde que Emerita «es una compañía cotizada en bolsa y no puede entregar ese porcentaje a cambio de nada». «Me dijo (L. Magdaleno) que lo que viene a ofrecerme es la garantía de que el proyecto será de Emerita puesto que él tiene la llave de la adjudicación de la mina de Aznalcóllar». Merino insistió a L. Magdaleno que su empresa «no podía acceder a ese tipo de proposiciones», pero el conseguidor dio un paso más. Pidió salir del despacho «para hacer una llamada» y añadió que «después tú (Merino) recibirás otra que te hará cambiar de opinión», prosigue el sumario. El presidente de Emerita vio desde la ventana cómo L. Magdaleno «paseaba de un lado a otro de la plaza Nueva de Sevilla con su móvil en la oreja». Transcurridos unos minutos sonó el de Merino. Era Vicente Fernández Guerrero, secretario general de la Consejería de Economía, quien dijo a Merino que el motivo de su llamada era para saber «qué tal iba todo en relación a la documentación del concurso».
Emerita decidió no asociarse con Magtel, por lo que este acudió a Grupo México, con el que firmó una alianza para presentarse juntos al concurso (quedaban cinco días) bajo la marca Minorbis (Magtel) Grupo México. La concesión fue para ellos. Minas de la Junta de Andalucía.
Y a pesar de este sumario, Magtel mantiene en su web, a modo de tarjeta de presentación, un texto de 13 párrafos que, entre otras cosas, dice: «El consorcio constituido por Grupo México y Minorbis (filial 100 % de Magtel) quiere transmitir públicamente su satisfacción por haber resultado adjudicataria del concurso internacional para exploración y explotación del complejo minero de Aznalcóllar».
«El equipo, compuesto por más de 50 personas de este y aquel lado del Atlántico, ha trabajado sin descanso durante más de un año para presentar el mejor proyecto con las mayores garantías ambientales. Además de los técnicos de Grupo México y Minorbis, el consorcio ha contado con la inestimable aportación de numerosas empresas expertas en el ámbito como Ayesa, Golder Associates, CRS Ingeniería, Fundación Migres, AT Clave, BlacktoGreen Consulting, Scypi o Mintec, entre otras».
¡Tiene guasa!, que dicen en Andalucía.