No podíamos despedirnos

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

28 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

We just couldn?t say goodbye. Una de las composiciones que en el inicio del festival de jazz de Barcelona interpretó Diane Krall y su espléndida banda ha podido ser un adecuado remate de la jornada de reflexión catalana.

No negaré mi inquietud por la campaña que seguirá a esta campaña, al menos hasta las elecciones de diciembre, igual que se la he manifestado en torno a la profunda crisis de relación y convivencia que se ha ido generando en la sociedad catalana y también entre esta y una parte de los españoles. Lo que, intuyendo y conociendo sus posibles causas y orígenes, no deja de sobrecogerme.

En Cataluña y en la sociedad catalana, o en el País Vasco, y en Madrid he ido encontrando elementos de identificación. También en Portugal. Uno es consecuencia de su educación sentimental, y en ella han dejado huella Raimon y Luis Cilia, pero también Vázquez Montalbán -su inolvidable Informe sobre la Información-, Juan Marsé, Joan Margarit, o aquella novela de amor y dolor, Incerta gloria, de Joan Sales, pero también Fabián Estapé, De tots colors, o sus artículos en el suplemento Dinero de los domingos de La Vanguardia.

Me siento afortunado por todo ello, y también por tanto de lo vivido, y por eso cuando la situación política y también la ciudadana de los catalanes y de los españoles se ha abocado a algunas de las disyuntivas que con estas elecciones se cuantifican y evalúan, es necesario exigir que nos encontremos ante un futuro de esperanza. Y en esa exigencia, entre tantas lecturas de opiniones y argumentos notables y asisados, uno ha encontrado en estos días de final de campaña, entre otras, estas que confortan: una de Luis del Olmo, Un largo paseo, y otro de Borja de Riquer ante la duda introducida sobre el rigor científico de Josep Fontana en su obra sobre la formación de la identidad catalana, que existe. Ambos por sus aportaciones y llamadas plurales a la cordura.

Las elecciones de ayer han confirmado unos resultados esperados. Los catalanes decidieron votar masivamente, los secesionistas perdieron en una interpretación plebiscitaria, por número de votos, donde no alcanzan el 50 %, y ganaron en número de escaños para formar Gobierno, con o sin el apoyo de la CUP.

Los resultados de la apuesta de Podemos (Catalunya Si que es Pot) y de los populares son demoledores, el de Ciudadanos espectacular y reconfortante para Pedro Sánchez el del PSC.

Quienes se esforzaron en negar la nación catalana quizá hayan podido reconocerla en estas elecciones porque el resultado permite una vez más visualizarla, incluso para quienes llevan mal pensar en Cataluña si no es frente a España. Los resultados de Cataluña permiten la llegada de un tiempo político nuevo con la fuerte irrupción de Ciudadanos, porque encastillarse no dará frutos en diciembre. Lo que viene no será fácil. Encontremos palabras nuevas para la nueva historia. Porque no podemos despedirnos.