09 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.
El ansia por hacerse notar no conoce barreras ni ideologías. Aquella exdirectora de Flamenco de la Junta andaluza que llegó a ministra (Bibiana Aído) rompió el diccionario con su «miembros y miembras» en aras de la máxima igualdad e ignorancia. Leire Pajín, otro de los iconos del zapaterismo, que visualizó «una conjunción interplanetaria» en una reunión entre ZP y Obama. El listón estaba alto, pero Irene Montero, un ejemplo de los discursos políticamente inclusivos, quiso añadir a su repertorio de todos y todas otra genialidad inolvidable: «portavozas». Gracias por la innovación, Irene.