Las tres derechas no existen, ¡idiota!

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño A CONTRACORRIENTE

OPINIÓN

JON NAZCA | reuters

04 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La memoria es frágil, el descaro mucho y la pereza intelectual, inmensa. Basta que Ciudadanos pacte con el PP el desalojo del PSOE de la Junta de Andalucía para que se consolide el tópico de las tres derechas, con Vox, y se dé por hecho que el acuerdo se repetirá en cualquier proceso electoral. Para qué molestarse en analizar los sondeos o el pasado de cada partido. Se suman los votos de PP, Ciudadanos y Vox. Y si sale mayoría absoluta, ya tenemos Gobierno estable de derechas. Si no alcanzan, ya tenemos Gobierno Frankenstein de izquierdas. El último análisis simplista sobre las generales dice que sí. Que sale lo de las tres derechas. Pero como tampoco en este año 2019 tengo la intención de seguir al rebaño, ya les adelanto yo que eso no va a ser así. Y la clave, lógicamente, está en Ciudadanos, que no es de derechas, ni de izquierdas, ni de centro, ni mediopensionista, sino del sol que más calienta.

De entrada, un dato. En España solo hay un partido que haya votado a favor de la investidura de Pedro Sánchez, no confundir con una moción de censura. Sí. Han acertado. Es Ciudadanos. Y lo hizo dos veces, después de firmar un pacto de legislatura con quien ya nos había hablado de la «nación de naciones». Otro dato para los olvidadizos. Si la socialista Susana Díaz, la del partido de los ERE, la que Rivera presenta ahora como encarnación de todos los males, gobernó Andalucía los últimos tres años, fue gracias a que otro partido apoyó su investidura y la sostuvo con sus votos. Sí. De nuevo han acertado. Fue Ciudadanos.

Por informar, les diré también que Ciudadanos, esa fuerza que iba a limpiar España de corrupción, fue el único partido que votó a favor de la investidura de Rajoy cuando el caso Gürtel era ya un escándalo mayúsculo. Al parecer, Rivera nunca supo de su existencia hasta que una sentencia condenó al PP como partícipe a título lucrativo. Ciudadanos, ese látigo antinacionalista, no tuvo reparo, por cierto, en compartir pacto de Presupuestos con el PNV y regalar al País Vasco un cuponazo indecentemente discriminatorio. Y Rivera fue quien sostuvo con sus votos el Gobierno del PP en la Comunidad de Madrid, donde por lo visto tampoco había corrupción. Ahora, quiere cogobernar en Andalucía, pero endosándole exclusivamente al PP el marrón de pactar con el machismo de Vox, aunque sus votos sean imprescindibles. Rivera es un maestro en el arte del disimulo. De nadar y guardar la ropa. Y en limpiarse la mancha de apoyar a la derecha respaldando luego a la izquierda. Los sondeos dicen ahora que Sánchez sacará en las generales más de cien diputados, el PP, 74, y Ciudadanos, 70 o más. Analistas simplones se limitan a augurar que habrá gobierno de las tres derechas porque PP, Ciudadanos y Vox suman mayoría. Pero no. Pueden apostar a que Rivera no hará presidente a Casado. A que, si se dan esos números, volverá a la yenka y pactará con Sánchez para limpiarse la mancha de Vox. Y ya sacarán los pocos votos que falten de debajo de las piedras. Del PNV, sin ir más lejos. Sería un Gobierno uniforme. A los tres les uniría la falta de principios.