La vacuna del covid: a través de la placenta al recién nacido

Roque Devesa EN LÍNEA

OPINIÓN

María Pedreda

24 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace unos días se comunicó un importante avance en relación con la vacunación contra el SARS-CoV-2 en embarazadas. Por primera vez, al menos que haya sido publicado, se demostraba la presencia de anticuerpos contra el coronavirus en la sangre del cordón umbilical de un recién nacido cuya madre había recibido una dosis de la vacuna de Moderna.

Como ya se ha comentado en otras ocasiones, la vacunación contra el coronavirus no se recomienda a embarazadas por no haberse realizado estudios sobre su seguridad en esta población; en casos de especial riesgo se valora su administración tras acordarlo con la gestante. En este caso, se vacunó en la semana 36 de gestación a una trabajadora sanitaria de primera línea de exposición, produciéndose el parto en la semana 39, sin complicaciones, y con buena evolución posterior del recién nacido.

La presencia de anticuerpos en sangre de cordón umbilical contra el SARS-CoV-2 ya era conocida en hijos de madres que habían padecido covid. De hecho, se ha observado que su presencia y titulaciones es menor que la que ocurre en otras infecciones víricas y que podrían no ser suficientes para una protección del neonato. Aún no está clara la razón de este comportamiento, pero se supone que es debido a la composición bioquímica especial de los anticuerpos formados.

La placenta se comporta como una barrera para la infección por el virus, probablemente porque sus células no presentan los receptores que el virus precisa para la infección, o lo hacen en menor cuantía. Es por ello que aún no ha sido claramente demostrada la transmisión vertical de la infección (de la madre al feto).

Por todo ello, es importante esa comunicación de presencia de anticuerpos maternos después de una sola dosis de una vacuna de las denominadas de RNAm, que han pasado de la placenta hacia el feto y que lo podrían proteger de la infección al nacimiento; hay que tener en cuenta que, aunque los niños no son el grupo de mayor incidencia de covid, los recién nacidos entre 0 y 2 meses representan el 20 % de los que lo padecen hasta los 14 años.

De ahí la importancia de saber si la vacunación de las madres también podría proteger a sus recién nacidos, ya que estos actualmente no se vacunan.

Falta también por conocer si los anticuerpos formados tras la vacunación son iguales o similares a los formados tras la infección natural, si tienen o no mayor facilidad de paso placentario y el tiempo que mantienen su efecto neutralizante contra el virus.

La seguridad de la vacunación en embarazadas (como lo es la de la tosferina o la gripe), se va conociendo por comunicaciones puntuales, pero queda por determinar en qué momento de su embarazo es el adecuado (edad gestacional con la mayor efectividad tanto para ella como para el feto), cuánto tiempo dura la inmunidad y si es igual o diferente al resto de la población.

Son muchas las preguntas que aún quedan pendientes; mientras no se conozcan las respuestas, la prudencia sigue siendo la pauta a seguir.