Mujeres transfronterizas: en un limbo y sin derechos
OPINIÓN
Lo trabajadores en régimen transfronterizo volvieron a reunirse en Ceuta, acompañados de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, para denunciar ante la Delegación del Gobierno las vulneraciones generadas por las políticas de extranjería ante el reconocimiento de sus derechos.
Se calcula que son alrededor de 3.500 las personas trabajadoras en régimen transfronterizo que se encuentran en esta situación en Ceuta y en Marruecos, siendo entre 500 y 600 las que están en la ciudad autónoma, y el resto, las que se encuentran en el país alauí y han perdido su trabajo debido al cierre de fronteras.
Amina, Rachida, Ahmed, Hima y Fatima son algunas de las personas que claman cada lunes por sus derechos en la plaza de los Reyes de Ceuta. El cierre de fronteras entre España y Marruecos ha causado que muchos de ellos lleven desde antes de marzo del 2020 sin poder ver a sus familias. Como relataba la portavoz de los trabajadores en régimen transfronterizo, Rachida Jraifi, a la APDHA, «muchas personas no han podido despedirse de sus familiares, están pasando graves depresiones, madres que llevan dos años sin ver a sus hijos pequeños, hijas que no han podido ver por última vez a sus madres». Rachida denunciaba que «Ceuta se está convirtiendo en una cárcel, vivimos atrapados en un limbo». Un limbo jurídico y social que hace a estas personas depender laboral y emocionalmente de los acuerdos e intereses geopolíticos entre Marruecos y España, países que se desentienden por completo de la circunstancia sufrida por estos trabajadores.
En Ceuta, sus derechos como trabajadores no se cumplen. Entre estas personas se encuentran, por ejemplo, pasteleros, empleadas de hogar, camareras, hosteleros, cuidadores de personas en situación de dependencia... Se trata de personas que llevan, en muchos casos, más de 20 años trabajando en Ceuta con el régimen de transfronterizo —un permiso que les concedía, antes de que cerrase por la pandemia, cruzar todos los días la frontera entre Marruecos y España para ir a trabajar—, y sin un reconocimiento de sus derechos laborales más esenciales. Queda claro que esto no sucede en otro lugar del Estado español, pues las condiciones que cumplen estos trabajadores hubieran bastado, hace mucho tiempo, para que gozasen de un permiso de trabajo y residencia.
El cierre de la frontera ha causado que se produzcan vulneraciones de sus derechos, como la asistencia sanitaria digna, pues en muchos casos su permiso de trabajador transfronterizo ha caducado y no pueden renovarlo. Para ello necesitan una documentación que Marruecos exige que se obtenga presencialmente. Desde Ceuta reclaman el cumplimiento de la normativa, y denuncian la vulneración de los derechos humanos y laborales que les corresponden. En la APDHA apoyamos y seguiremos apoyando a este colectivo, denunciamos está situación, y reclamamos medidas urgentes para solucionar y regularizar la situación de estas personas.