Galitzia, Ucrania

Ramón Pernas
Ramón Pernas NORDÉS

OPINIÓN

TINO ROMANO | Efe

05 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Soy aficionado a los atlas, a los mapamundis, a las islas inexistentes que se perdieron en medio de los océanos, a los incompresibles lenguajes y a los imposibles nombres de pueblos ocultos. Fue así cuando en mi niñez me encontré con la Galitzia oriental, la de los Cárpatos, que se ubicaba entre Polonia y Ucrania, y durante muchos años fantaseé con la hermana lejana de mi país del norte. Me dejaba llevar por las fronteras transilvanas pobladas de leyendas que nutrían mi imaginación, y con el tiempo conocí a un «gallego porteño», de Buenos Aires, que era un gallego judío de la Galitzia ucraniana. Me contó que Ukraína significa tierra fronteriza.

El gran mito literario de Galitzia ha sido el escritor Ivan Franko, que volcó a la lengua eslava a Calderón y a Cervantes, y contó cómo eran sus compatriotas. Los ucranianos son un poco como nosotros, los gallegos: sentimentales, saudosos, morriñentos, buenos cantantes corales que convierten en himnos las canciones populares. En Polonia y en Ucrania existe una Galitzia rural con sus leyendas y sus ritos, un país oculto y campesino que describe muy bien Andrés Stasiuk en sus Cuentos de Galitzia.

Hoy, el dolor y la muerte escriben la historia de una invasión imperialista ordenada por el sátrapa Putin que coventriza ciudades sembrando la destrucción y el espanto. Kiev es el botín que pretende el dictador Putin, y Odesa, la perla del mar Negro, como era conocida en el lenguaje popular, la que tan bien narró Isaak Babel en cuentos de Odesa con una maravillosa prosa campesina. La misma Odesa retratada en una novela de F. Forsyth protagonizada por una organización secreta nazi, con la ciudad de fondo. Hoy Ucrania, Galitzia, es una herida profunda en el corazón colectivo de Europa, en el país plural de los hombres libres de todas las naciones; hoy es imposible imaginar la palabra paz sobre los cadáveres de los jóvenes soldados, y de los civiles muertos. Slava ucraina es el viejo grito, el nuevo grito que suena por el mundo subrayando, pidiendo, gloria a Ucrania.