Apple ha presentado esta semana nuevos productos, dos enfocados al segmento profesional y otros dos al de consumo o doméstico. Entre los primeros destaca la aparición de un nuevo ordenador de escritorio denominado Mac Studio, con las mismas dimensiones compactas que el Mac Mini (19,7 x 19,7 cm) aunque casi el triple de alto (9,5 cm) y pesado (3,6 kilos en su versión más potente, lo que sigue siendo ridículo para un equipo de estas características). Parte de la culpa de que abulte más es que cuenta con un sistema de refrigeración térmica muy avanzado (ventiladores de doble sentido, canales de circulación del aire situados estratégicamente y más de 4.000 perforaciones en la parte trasera e inferior de la carcasa) para garantizar el rendimiento de la gran joya que oculta en su interior: el M1 Ultra, el procesador más potente creado para un ordenador personal.
Cuando Apple lanzó el M1, a finales del 2020, ya fue un golpe encima de la mesa de Intel y AMD, los tradicionales líderes de la industria del silicio, pero esta evolución ha puesto a la compañía de Tim Cook a años luz de sus competidores. El M1 Ultra mete 114.000 millones de transistores en un chip, algo nunca visto, lo que proporciona una potencia de cálculo impresionante para los desarrolladores que compilan código, artistas que trabajan en entornos 3D (renderizado) o editores de vídeo a resolución profesional. Con el, el Mac Studio barre incluso a su propio hermano mayor, el Mac Pro con procesador Intel Xeon de 28 núcleos. Y además lo hace con un rendimiento por vatio récord: consume hasta 1.000 kilovatios/hora menos que un PC de sobremesa de gama alta en un año.
El Mac Studio (desde 2.329 euros en su configuración base, con chip M1 Max) llega acompañado del monitor Studio Display, que incorpora una pantalla 5K de 27 pulgadas, una cámara avanzada con encuadre centrado y audio de alta fidelidad (desde 1.779 euros). A los simples mortales nos queda el nuevo iPad Air, con M1 y 5G (679 euros los modelos wifi); y el renovado iPhone SE (529 euros), un anacronismo en el universo de los smartphones, con un diseño del 2014 y pantalla de 4,7 pulgadas. Pero por detrás tiene una manzana mordida.