Garzón, ministro extranjero en Galicia

Teresa Egerique PUNTO DE VISTA

OPINIÓN

Salvador Sas | EFE

15 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La unanimidad no es algo excepcional en la Comisión de Pesca y Marisqueo del Parlamento de Galicia. PP, BNG y PSdeG llegamos a acuerdos en numerosas ocasiones, conocedores de nuestra realidad económica y social y sabedores de las dificultades con las que se encuentra el sector pesquero, víctima de un exhaustivo y hermético control, necesario, pero excesivo.

Si bien es verdad que en los debates velamos y clamamos por la supervivencia de la flota pesquera gallega y el avance de la cadena mar-industria, también lo es que una vez cruzado el Padornelo, algunos grupos políticos ven el mar y nuestra costa de otro color, o directamente no los ven.

La respuesta de Alberto Garzón en Vigo, dos días después de que el comisario de Pesca, Virginijus Sinkevicius, decidiera privar de pesca de fondo 87 zonas en aguas atlánticas, desde Cádiz a Irlanda, me causaron estupor: «No le puedo contestar, es la primera noticia que tengo».

Es ministro de Consumo, viene a una de las capitales de la pesca de España pero desconoce el veto, algo que a poco que estuviera atento a los medios, o leyera el dosier de prensa del día, tendría que saber. ¿No les resulta preocupante que un ministro de España, en visita a Galicia desconozca el tema? ¿Sabe Garzón el impacto que provoca ese cierre en el Estado español? ¿Sabe el ministro de Consumo la importancia del consumo de pescado para los seres humanos? ¿Apuesta por el consumo de pescado capturado por flotas extranjeras? ¿Prefiere el ministro quedar como alguien que no tiene noticia de nada antes de reconocer que está de acuerdo con Los Verdes?

Quizás apoya el veto. Me encantaría haberle hecho estas y otras preguntas porque llegar a Vigo e ignorarlo denota irresponsabilidad y genera una inmensa preocupación. Si a eso le sumamos que el Gobierno de España legisla de espaldas a nuestra realidad costera, y que redacta leyes pensando solo en la costa mediterránea, sin tener en cuenta las más de 4.000 edificaciones afectadas por la Ley de Cambio Climático, con miles de puestos de trabajo amenazados, pues tenemos que levantar la voz.

Y es que detrás de todas estas decisiones hay un trasfondo ideológico importante, sustentado por un Gobierno del Partido Socialista, con ministros de Podemos que dan la espalda a una realidad pesquera gallega que representa el 4,8 % del PIB de nuestra economía. Exijamos, por tanto, responsabilidades políticas al PSOE y a los partidos que lo apoyan, como el propio BNG, socio de Los Verdes/Alianza Libre Europea en Bruselas, grupo del Comisario Sinkevicius, quien ha tomado la decisión del veto a las artes de fondo.

Nos queda pedir que cada palo aguante su vela, es decir, cada partido sus planteamientos, pero con coherencia. Es necesario defender el sector pesquero, y sus intereses tanto en Galicia, como en Madrid y en Bruselas.