Clase y clasismo

Pedro Armas
Pedro Armas PROFESOR DE LA UDC

OPINIÓN

CARMELA QUEIJEIRO

14 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La clase media ha crecido debido a la integración de la clase obrera y de los trabajadores autónomos que se ven a sí mismos como pequeños empresarios. Durante todo el proceso la educación ha sido un factor transversal; por ejemplo, el acceso generalizado a las carreras universitarias. La formación superior ha transformado el mercado de trabajo multiplicando funcionarios, técnicos y profesionales liberales.

 La teoría sociológica de la reproducción explica cómo el sistema educativo perpetúa los valores y las desigualdades de clase, a través del aparato ideológico del Estado (Althusser), mediante la supresión o la creación de títulos universitarios a conveniencia de la clase dominante (Collins) o la transmisión cultural que garantiza el éxito a determinada clase social (Bourdieu, Passeron).

La clase aspiracional ha confiado en la meritocracia académica, pero el ascensor social lleva averiado desde finales de los noventa. El franquismo, la socialdemocracia y el neoliberalismo han favorecido la expansión de una clase media con propiedades inmobiliarias, puestos de trabajo y credenciales académicas, sin embargo, ahora vienen mal dadas. Títulos universitarios que antaño otorgaban competencias profesionales y prestigio hoy están devaluados. Parte de la clase media se halla con mérito académico, escaso patrimonio y empleo precario.

Gobiernos diferentes han permitido que en la base del sistema educativo coexistiesen centros que segregaban socialmente a los alumnos (algunos públicos y muchos concertados) y centros que los integraban (algunos concertados y muchos públicos). La LOGSE, que tuvo otras deficiencias, había conseguido atraer a la escuela a alumnos que hubiesen sido candidatos al abandono escolar. Esa inclusión fue percibida por familias de clase media como una devaluación de la enseñanza pública, a la cual dejaron de mandar a sus hijos. Es admisible el elitismo en centros privados puros. Es inadmisible el clasismo en centros concertados sostenidos con fondos públicos.