Ojo al bulo estadístico

Jorge Mira Pérez
Jorge Mira EL MIRADOR DE LA CIENCIA

OPINIÓN

UNIVERSIDAD DE SEVILLA | EUROPAPRESS

26 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

De vez en cuando encontramos titulares escalofriantes sobre los supuestos efectos perniciosos del cambio estacional de hora (se ha afirmado hasta que las mujeres incrementan en un 25 % su riesgo de infarto). Mi colega de la Universidad de Sevilla José María Martín Olalla y yo acabamos de publicar en la revista Chronobiology International una investigación en la que destripamos los artículos más citados en este campo, utilizados en los informes de la CE para cuestionar la viabilidad de la medida. Lo que descubrimos nos dejó perplejos: existe un patrón que los encaja a todos ellos de modo que, cuanto más alarmante es el resultado, menor es el tamaño del estudio. Supongan que en un área geográfica se produzcan de media 4 infartos al día. Supongan ahora que, en los días siguientes al cambio de hora, alguien mida 6 infartos al día (piense que 4 de media es compatible con que hoy sean 5, mañana 3, al otro día 7, etcétera) y de ahí se lance el titular: «El cambio de hora aumenta un 50 % el riesgo de infarto». Pero si se analiza un área más grande, en la que la media sea de 400 infartos al día, se observará que el riesgo ya se reduce unas diez veces…

  Lo peor: poco se habla de los riesgos de no hacer el cambio de hora, que lo que intenta es acercar nuestro ritmo circadiano a la variación natural que tiene el ciclo día-noche. Aunque hoy se sienta descolocado, en los próximos meses estará mejor colocado con el ritmo solar.