No se les puede consentir todo
El eco se siente cada vez con más intensidad. Detrás del pseudomiedo a traumatizar a los niños, el «no» se convirtió en la palabra prohibida y ha hecho posible incluso lo impensable.
La desorientación provocada por la pérdida de valores fundamentales, y por extensión el hundimiento del sentido humano, son detalles básicos en el desarrollo del ser persona.
Los últimos acontecimientos, que prueban la decadencia de la humanidad, ocurridos en las más diversas coordenadas geográficas, deben ser un llamamiento a la alerta y al cambio para cada persona.
Se agolpan las preguntas: ¿Cómo es posible que una sociedad que dice ser inteligente acepte que un grupo de jóvenes golpee a un anciano y lo filme para publicarlo en las redes sociales? ¿Cómo se puede aceptar que jóvenes universitarios ridiculicen a una persona porque volvió a la universidad a los 45 años? ¿Cómo es posible aceptar el mal trato que se da a los ancianos, jóvenes y niños por parte de organizaciones en su mayoría ilegales? ¿Cómo se puede aceptar que los niños abusen, ataquen a sus padres porque estos, por razones válidas, no pueden dar lo que sus hijos piden?
¡Todo hace indicar que un cambio es urgente! No todo es válido y no puede aceptarse en nombre de una engañosa integración/inclusión, o con la justificación de causar un posible trauma. Tarde o temprano, los actos inconscientes, las decisiones tomadas sin cuidado y frivolidad se repercutirán en cada uno. Todos somos corresponsables y agentes de la educación. Miguel Abreu.
La lucha del taxi
El conflicto entre los taxistas y las empresas de VTC, como Uber, Bolt o FreeNow, ha sido un tema polémico por mucho tiempo.
La raíz del enfrentamiento se debe a que los taxistas están sometidos a normas y regulaciones gubernamentales muy estrictas, mientras que las empresas de VTC tienen muy pocas regulaciones, lo que les permite trabajar sin restricciones. Es importante destacar que el gremio de taxistas no está pidiendo que se elimine la competencia de las empresas de VTC, sino que se requiere una regulación y un control adecuados para asegurar que ambas partes compitan en igualdad de condiciones. Los taxistas argumentan que la falta de regulación para las empresas de VTC ha dado lugar a una competencia desleal que ha afectado negativamente a sus ingresos y condiciones de trabajo.
Es fundamental comprender que los conductores de taxis son personas que tienen familias y facturas que pagar, y necesitan ganarse la vida de manera justa. El gremio de los taxistas lleva en servicio durante siglos y ha sido una parte importante del sector del transporte en muchas ciudades. Por lo tanto, es justo que los conductores sigan luchando para que el gremio de taxistas continúe existiendo durante muchos años más. IngridTornero Pérez.
Más cartas al director
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