Rubiales, el pico del iceberg cromañón

César Casal González
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OPINIÓN

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

03 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Con todo mi respeto para nuestro antepasado, el cromañón. Aitana Bonmatí dio en la tecla en su discurso por el premio como mejor jugadora. Recordó el incidente del pleistoceno de Rubiales tras la victoria de la selección: «Venimos de ganar un Mundial, pero no se está hablando de eso. Me gustaría recordar lo que ha pasado. Creo que como sociedad no debemos permitir que haya abuso de poder en una relación laboral ni faltas de respeto». «A todas las mujeres que sufren lo mismo que Jenni, estamos con vosotras», añadió. No se puede ser más exacta. El problema es que el pico, como le llamó Rubiales, es solo una punta del iceberg machista, que sigue vigente, enorme y pesado bajo el océano de la realidad. Y asoma su hocico en demasiados ámbitos y con una pasmosa facilidad. 

Es una tristeza que, después de ganar un mundial, solo se hable de ese señor. Pero es que ese señoro representa todo lo que queda por avanzar en un país donde la igualdad está muy lejos. Cada vez que damos un paso hacia ella, se aleja como un horizonte utópico. Y la película Barbie no es la solución, aunque retrate a los Ken como idiotas que solo saben repetir la canción del ego.

El asunto de Rubiales y su(s) castigo(s) llega tarde. España nunca está en hora. La imagen del iceberg viene a cuento por lo mucho que tenemos que cambiar y por el hecho de que Rubiales cae por abuso de poder con una jugadora de la selección, cuando llevaba cinco años haciendo todo y de todo. ¿Cómo y por qué el Gobierno miró hacia otro lado durante tanto tiempo? ¿No vio gravedad en las grabaciones de colegas repartiéndose un pastel entre Rubi y Geri? Ahora todos los enemigos de Rubiales hablan. Él permanece callado. ¿Tendrá algo guardado contra el Gobierno y todos los que ahora le atacan? El culebrón, por desgracia, no se acaba aquí.

Pero volvamos a la raíz del problema. España está llena de Rubiales. Los hay en todos los ámbitos. Dicen que ahora se sienten amenazados. Increíble. Se sienten amenazados ellos, que son la amenaza. Lo que sucede es que en este país se miró durante siglos hacia otro lado. Ya es hora de cortar con comportamientos inaceptables. Los que dudan sobre dónde están los límites del abuso de poder en las relaciones y las faltas de respeto tienen una respuesta bien clara: todo lo que no es aceptado ni es aceptable está fuera de lugar y es delito. Solo así aprenderemos y mejoraremos. Pasó con el caso Vinicius, España no es racista. Pero hay muchos racistas. Pasa lo mismo con las mujeres. En España no todos son machistas, pero hay muchos machistas. Jenni lo vivió en el podio de un mundial con los ojos del mundo sobre ella. Pero piensen en lo que hemos escuchado los que llevábamos a nuestros hijos a partidos de fútbol en categorías inferiores. Auténticas barbaridades, que se multiplicaban cuando jugaba alguna chica. No voy a reproducir los clásicos, porque los conocemos todos. Esas jugadoras que hoy son campeonas del mundo, ellas, no Vilda, que tiene que irse cuanto antes, han aguantado carros y carretas desde que optaron por el fútbol. Lo que le habrán dicho a Aitana, ahora la mejor, en esos campos de las categorías inferiores. La gestión y el pico de Rubiales son inaceptables. Como inaceptable es que estemos conviviendo con cromañones en el siglo XXI.