«Habemus governum»
OPINIÓN
Es legítimo políticamente hablando que el PP esté en contra de la amnistía, lo que no es legítimo es que trate de españoles de segunda a quienes tienen una opción política diferente a la suya
11 nov 2023 . Actualizado a las 08:02 h.Ha terminado el duro y largo camino del acuerdo entre PSOE y Junts, que ha servido para construir un texto que habla más de la desconfianza que se tienen los firmantes y de sus diferencias que de las propuestas y el espacio sobre el que acordar. Pero si ya antes del acuerdo, su simple posibilidad había promovido un amplio número de reacciones en la ciudadanía y en los políticos de la oposición, su plasmación, incluso con la inconcreción con la que se redacta, ha sido un nuevo pistoletazo de salida para los defensores de España.
La primera, la más grande de la política patriótica, ha sido una vez más Isabel Díaz Ayuso, con un relato simple, definidor, que fija quién es quién, a ojos de esta señora, en el panorama nacional, y con quién cuenta para enfrentar este acuerdo; y una vez más recurre a «los españoles de bien», a la Constitución Española, a la Corona, a las dos cámaras del poder legislativo, al poder judicial, a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado...
Tengo la sensación de que de un lado Ayuso coloca a los españoles de bien, los que votan al PP, y los estamentos del Estado, y de otro al pueblo ruin y perverso que vota a los partidos nacionalistas o de izquierda. Aunque parezca ridículo decirlo de esta forma simple, primaria, dicotómica, de buenos y malos, lo cierto es que, con este tipo de consideraciones, que tienen un poso más moral que político, lo que se persigue es la creación de una brecha que estigmatiza a quienes no forman parte de ese lado.
Es legítimo políticamente hablando que el PP esté en contra de la amnistía, del acuerdo de gobierno, de la forma en que el PSOE ha conducido este proceso, e incluso que busquen una repetición electoral innecesaria; lo que no es legítimo es que trate de españoles de segunda, de españoles de mal, o de españoles perversos a todos y todas los que tienen una opción política diferente a la suya.
Tampoco entiendo por qué tiene la derecha esta propensión a hablar en nombre del rey, que seguramente si quiere decir algo al respecto de los acuerdos lo dirá, y si se siente ofendido se lo hará saber al presidente del Gobierno. Más bien, una vez más, esta apropiación de la posición de la monarquía, del poder judicial e incluso de las fuerzas armadas, le sirve a la señora Ayuso para competir por el liderazgo popular, sin respetar siquiera que el líder estatal sea el primero en marcar la posición, dando pistas al que quiera verlas que el problema de Feijoo no es el acuerdo de gobierno, el problema de Feijoo es que estos cuatro años se le puedan hacer excesivamente largos dentro de su partido.
Habemus Governum, y no va a ser fácil, porque no creo que haya mucha gente de acuerdo con que la amnistía incluya la corrupción ni los delitos violentos, y ahí queda un largo camino en la negociación; pero por lo de pronto el Congreso de los Diputados va a elegir presidente al único que tenía opciones de serlo, y así, la lógica de funcionamiento de los sistemas parlamentarios se impone, una vez más, a las tendencias especulativas de nuestro tiempo.